Zapato chino

19 / 10 / 15
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China es el principal socio comercial de nuestro país. Es hasta donde llega el 24% del total de nuestras exportaciones, entre las cuales se encuentra el cobre. Sin embargo su economía está experimentando un cambio estructural por la desaceleración y el cambio de composición del crecimiento, y por un mayor protagonismo del consumo privado. Es este escenario el que explica en parte la situación actual del mercado y las causas de las bajas de los precios a nivel mundial y la problemática que enfrentan actualmente las inversiones mineras, las operaciones y sus nuevos proyectos; lo que está redundando en ajustes de productividad en algunas empresas e, incluso, en la dotación con que se quedarán definitivamente para que el negocio siga girando.

Si bien están en todo su derecho en hacer reducciones de personal cuando el negocio no camina, también refleja en cierta manera una contradicción con declaraciones y discursos sobre Responsabilidad Social Empresarial que hablan del respeto y protección respecto a su principal recurso: sus trabajadores. A priori no parece justo liberar de culpas a quienes habiendo pasado por un período de bonanza, y sin repartir mucho, pidan hoy comprensión y sacrificios económicos a sus trabajadores y también a quienes les prestan servicios.

Lo más preocupante es que de seguir esta tendencia, habrá un alto número de desocupados que profundizará aún más la compleja realidad económica y social en un país minero como el nuestro. ¿Dónde irá a dar esa masa laboral desocupada?. Es una interrogante que pareciera por ahora no tener una respuesta satisfactoria pero sí una explicación de por qué se produjo, convirtiéndose en un gran problema que puede ir en aumento y que involucra igualmente a las comunidades donde se encuentran insertos los centros mineros.

Por ahora sólo queda seguir atentos al menor crecimiento del gran consumidor de metal rojo que tenemos, a la lenta recuperación de las economías de Europa, a la valorización del dólar e, incluso, a la disminución del tamaño de los equipos electrónicos, que va en aumento en el mundo.

Lo que sucedió en El Abra y otras mineras en la región y el país, es algo que podría empeorar. Por lo mismo se hace muy necesario conocer la estrategia de las autoridades para afrontar este complejo escenario que, por ahora, pareciera no detenerse sino todo lo contrario. De no tomarse las decisiones correctas, podríamos como país realmente meternos en un zapato chino.

Por Juan González Beltrán, presidente regional CChC Calama