Ventarrón

Dos tormentas de arena nos sorprendieron en pocas semanas, las que pusieron una cuota de nerviosismo en todos los ariqueños, pero más allá de eso lo ocurrido fue un interesante desafío para ver qué tan preparados estamos para las emergencias que propone la Pachamama.

Esto también se relaciona con nuestra cultura, con nuestra forma de ser, sobre las medidas de prevención o satisfacer los places inmediatos, es así como el presupuesto familiar se enfrenta a la siguiente disyuntiva: ¿la casa o el auto?

Por muy obvia que parezca la prioridad, en Arica quedó en evidencia que muchas veces no tomamos la mejor decisión, por eso vimos voladuras de techos, ramas de árboles que caían y basura que revoloteaba por las calles.

Hoy es necesario que desde gobierno regional, comunal y la misma ciudadanía tomemos conciencia que la naturaleza no perdona. Hace más de 100 años fue un maremoto, hace dos años fue el terremoto, en los veranos son la bajada de los ríos por las lluvias estivales, hace pocos meses llegó el zancudo Aedes Aegypti (posible transmisor de enfermedades), hoy fueron ventarrones.

¿Qué puede hacer usted? Fácil, revise su vivienda, desde los pilares hasta los techos, termine con esa costumbre de utilizar la parte superior de la casa como bodega con cajas, muebles o cuánta cosa puede caer encima suyo o de un ser querido. Si encuentra algún problema consulte con especialistas acreditados y no al famoso maestro chasquilla, que genera más problemas que soluciones, porque recuerde que lo barato cuesta caro.

Sí fue interesante destacar que, en general, tanto las grandes empresas como lo pequeños negocios cerraron sus puertas cuando se generó esta emergencia, entendiendo el escenario de nerviosismo que se produce con un fenómeno como el que vimos el pasado viernes 8. Ahora solamente falta mejorar la infraestructura urbana para que la próxima tormenta sea únicamente una anécdota que ya no nos sorprenda. Porque construir Arica es obra de todos.

Cristián Bustos Sanhueza

Presidente CChC Arica