Rumbo al 2024: despejando obstáculos para el crecimiento

29 / 12 / 23
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Por Iván Berríos, presidente de la CChC Tarapacá

En el umbral del año 2024, nos encontramos ante un punto crucial donde las expectativas y desafíos convergen, marcando un momento determinante para el progreso de nuestro país. Mientras que el año pasado se centró en revertir la tendencia inflacionaria, en este ciclo que comienza es imperativo recuperar la senda del crecimiento.

Sin embargo, en esta travesía hacia la reactivación económica, es vital dirigir nuestra atención a dos obstáculos significativos: la permisología y la burocracia, que actúan como un muro invisible que obstaculiza el avance de proyectos de inversión. Sin embargo, la clave para desbloquear este camino no reside únicamente en desmantelar estructuras, sino en construir puentes a través del diálogo y la implementación de medidas concretas.

Uno de los principales desafíos que enfrentamos es la permisología. Un exceso de trámites y regulaciones puede sofocar la iniciativa empresarial y desalentar inversiones. El 2024 debe convertirse en el año en que, de manera decidida, simplifiquemos los procesos, eliminando trabas innecesarias que solo entorpecen el desarrollo económico. El enfoque debe ser la eficiencia sin comprometer la integridad, buscando un equilibrio que estimule la inversión sin descuidar la responsabilidad.

Simultáneamente, abordar la burocracia con decisión es esencial. La revisión y optimización de procedimientos administrativos son fundamentales. Un gobierno eficaz es aquel que facilita en lugar de obstruir, que agiliza en lugar de retardar. Es hora de implementar medidas que fomenten la agilidad, transparencia y rendición de cuentas. La burocracia no debe convertirse en una barrera infranqueable, sino en un instrumento que facilite el desarrollo y fortalezca la confianza de los inversionistas.

Adicionalmente, está la colaboración efectiva entre el sector público y privado para diseñar políticas que promuevan el crecimiento sostenible y la inversión responsable. Se trata de construir un entorno donde la sinergia entre el gobierno y las empresas sea la clave para alcanzar metas comunes.

Para que este 2024 sea un año de inflexión, es necesario despejar los obstáculos para el crecimiento con determinación y un compromiso firme con la construcción de un entorno propicio para la inversión. En este viaje, el diálogo se erige como el faro que guiará nuestras acciones hacia un futuro de avances y crecimiento sostenible.