Reforma Tributaria: Oportunidad para la buena política

Presidente CChC Valparaíso Gabriel Benavente

Sólo por el hecho de gravar el ahorro y la inversión, ya era un mal proyecto y por eso es una buena noticia el rechazo de la propuesta de reforma tributaria. Especialmente porque tendría un impacto negativo en empresas medianas y pequeñas, vitales para la actividad y el empleo regional, en un muy mal momento para la economía y luego de años de pandemia, crisis económica y endeudamiento.

Pero además creemos que, si el objetivo es generar recursos para financiar las legítimas demandas y satisfacer las necesidades de los chilenos y chilenas, especialmente de las familias más vulnerables, es el camino incorrecto.

Por cierto, el Estado necesita recursos permanentes para cubrir las demandas de la ciudadanía de manera sostenible. Pero dado el momento que vive el país y los problemas de la economía, hoy debemos concentrar nuestros esfuerzos en promover la actividad y facilitar a todo nivel las tramitaciones de proyectos, la materialización de inversiones trabadas o postergadas y en atraer nuevas.

Un ejercicio simple nos permite proyectar que un aumento de 5% de la inversión provocaría un incremento de 1% del Producto Interno Bruto (PIB). Y por cada punto que crece el PIB, aumenta en 2% el empleo y en 1% la recaudación fiscal.

Por eso proponemos aumentar la recaudación fiscal, vía un enfoque que impulse la inversión. Si se dan estímulos correctos a la inversión privada, el Estado puede recaudar recursos frescos para los programas sociales. Y facilitar el trabajo y financiamiento, y apoyar el crecimiento de la las pymes, es una buena opción para hacerlo.

Junto con ello, es un deber de todos los actores del Estado, mejorar la eficiencia del gasto público, eliminando la burocracia que desalienta el emprendimiento, y aumentar la formalidad; del mismo modo que los representantes del mundo privado debemos cumplir con nuestras obligaciones tributarias, que son necesarias para cumplir con los compromisos sociales del país.

Pero para lograr todo esto, debemos primero recuperar la buena política. Por eso el llamado hoy, a todos los sectores, es a recuperar la amistad cívica y a dialogar, sin descalificaciones ni prejuicios, para alcanzar los consensos básicos y amplios necesarios que permitan generar condiciones de estabilidad, respeto a la institucionalidad, certeza jurídica y seguridad ciudadana, que es lo reactivará las inversiones y toda la economía.

Este es el camino que permitirá que haya más y mejores empleos, oportunidades y bienestar para todos y todas, que es lo que la ciudadanía reclama.

Mejorar la calidad de vida de las y los chilenos es nuestra misión y fue un objetivo que inspiró a los socios que fundaron nuestra Cámara. Y por cierto que es un propósito que compartimos con el gobierno y con parlamentarios de todos los sectores. Por eso creemos que lo mejor para Chile, es que trabajemos unidos para lograrlo. Para ello, como gremio siempre estamos disponibles.