Proyectos de infraestructura y desarrollo armónico en la región

24 / 10 / 23
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Por: Juan Pablo Hinojosa, presidente CChC Atacama

En la X Semana de la Construcción de Atacama se presentó el Índice de Soporte de Infraestructura Territorial (ISIT), estudio que busca, en base al análisis de seis dimensiones (agua, energía, vialidad, logística, telecomunicaciones y resiliencia) de acuerdo a información proporcionada por fuentes oficiales, aportar criterios técnicos para impulsar proyectos que estén en línea con fomentar el desarrollo productivo y mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Para nadie es un misterio la necesidad de abordar con urgencia áreas que son claves para nuestra sostenibilidad y el ISIT viene a confirmar con datos concretos los desafíos que existen al respecto. Dimensiones como vialidad, que evidencia un bajo porcentaje en pavimentación de dobla calzada, telecomunicaciones, donde hay graves problemáticas de interconectividad, y resiliencia, por el impacto que han tenido los aluviones, es algo que debiera movilizar las decisiones de inversión al corto y mediano plazo.

Lo anterior también puede ser complementado con la relevancia de seguir recuperando espacios públicos, sobre todo después de los efectos urbanos que provocaron el estallido social y la pandemia, pues las obras de infraestructura son fundamentales para construir ciudades más amigables y a escala humana.

Pero sin dudas el dato más preocupante del ISIT es que la región está teniendo un crecimiento inorgánico, dejando a algunas provincias, especialmente a Chañaral, con una provisión en materia de infraestructura menor al resto -la doble vía es un buen ejemplo de esto-, lo que provoca que las grandes comunas poco a poco fagociten a las pequeñas, generando, en algunos casos, despoblamiento, abandono y falta de interés, sobre todo de los grupos etarios más jóvenes.

No podemos proyectar la región sin el soporte necesario para que las personas puedan desarrollar de la mejor manera posible su día a día y, al mismo tiempo, se generen encadenamientos para la consolidación de un ecosistema productivo local. Y aún menos podemos pensar en el futuro sin considerar un desarrollo armónico e integral de todas nuestras provincias, en línea con una descentralización que no sólo debe ser nacional, sino que también a nivel regional.