¿Preparados para las emergencias?

02 / 03 / 23
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Por Iván Berrios Camilo, presidente CChC Iquique.

No existe ningún lugar en nuestro país que no esté expuesto a algún riesgo de la naturaleza o amenazas, como las que estamos presenciando en el sur de Chile con los incendios forestales provocados intencionalmente.

Los eventos catastróficos son cada vez más recurrentes y esa realidad, que no nos gusta, nos interpela como comunidad a actuar con rapidez y determinación. Para lograrlo se necesita un plan, diseñado en tiempos de paz, liderado por las autoridades y secundado por todos los actores sociales y privados.

Los beneficios de anticiparse son más que conocidos, pero quisiera detenerme en tres: el primero, tiene relación con dimensionar los recursos que necesitamos y su disponibilidad según el tipo de catástrofe.

El segundo tiene que ver con las personas. Es un mito aquello de que los terremotos y otros eventos extremos nos afectan a todos por igual. Sabemos que no es así, que afectan desproporcionadamente a quienes menos tienen, a aquellos que tienen viviendas más precarias, que no pueden pagar seguros, o bien, no tienen a nadie más que a ellos mismos. En esto casos, el tiempo, es más valioso que el oro.

El tercero se relaciona con hacer partícipe a la comunidad. El mejor de los protocolos no tendrá mayor efectividad si las personas no saben qué hacer. Adicionalmente, a la recurrencia de estos eventos se suma una mayor complejidad para abordarlos, de manera que la inteligencia y el aporte de miradas, son tan relevantes como los recursos para enfrentarlos. Al menos así ha quedado demostrado en el sur del país, donde tanto los actores sociales como el sector privado han desplegado ayuda valiosa pero también han sido activos participantes en las mesas de trabajo constituidas para aportar en la toma de decisiones.

Para la Cámara Chilena de Construcción, tanto a nivel nacional como desde las sedes regionales, ha sido una valiosa experiencia aportar en la superación de esta emergencia, una de las más grandes considerando la magnitud de la zona afectada. También, estaremos presentes en el gran desafío que sabemos involucra la reconstrucción.

Las catástrofes no tienen ubicación privilegiada, ni hora de llegada. Mientras los incendios forestales causaban estragos en el sur, el invierno altiplánico provocaba lo suyo en nuestra vecina Región de Antofagasta.

Por eso, resulta un imperativo tener un plan ciudad, para que así, como comunidad tarapaqueña estemos preparados para hacer frente a las inclemencias de la naturaleza y otras amenazas.