Planes de contingencia ¿acción o reacción?

14 / 01 / 23 Por: Wilma Muñoz, presidente CChC Osorno
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Por Wilma Muñoz, arquitecto & presidente CChC Osorno

Publicado el 14 de enero del 2023 en el Diario Austral Osorno

Cada cierto tiempo la Pachamama se acurruca en su lecho y saltamos todos en su lomo.

La sabiduría que adquirieron los pueblos ancestrales en su convivencia diaria con la madre naturaleza, hoy ya no la poseemos.

La sobrepoblación y la escasez de suelo disponible para viviendas, ha impulsado los asentamientos humanos precarios, generando un crecimiento inorgánico de las ciudades hacia áreas de riesgo como quebradas, laderas y áreas inundables. Condiciones que, sumadas a la falta de gestión para implementar los necesarios instrumentos de planificación territorial, se han convertido en los ingredientes indispensables para una tormenta perfecta.

Los últimos incendios en Viña del Mar así lo demuestran, ya que, junto con relevar la solidaridad de un país frente a la tragedia, han dejado en evidencia también la falta de planes de contingencia para evitar que esto se repita en el mismo lugar.

En un país como el nuestro en el que las catástrofes naturales como los incendios forestales, erupciones volcánicas, terremotos, tsunamis, lluvias y sequías prolongadas son una amenaza constante, anticiparnos más que una opción es una obligación.

¿Qué tan preparados estamos los ciudadanos a pie frente a estas amenazas? ¿Existen lugares seguros además de nuestras casas a los cuales acudir?

Mientras otros países se anticipan a la ocurrencia de estos eventos mediante la implementación de planes de contingencia, nosotros reaccionamos.

¿Por qué no elevar la mirada y pensar en habilitar un lugar en cada comuna con infraestructura modular adecuada, abastecimiento de servicios básicos y personal capacitado, al que las familias puedan llegar transitoriamente para recibir contención y abrigo mientras se resuelve su situación…?

En lo que hoy nos convoca como país, si junto con implementar las medidas necesarias para solucionar el déficit habitacional que nos aqueja, iniciamos al mismo tiempo el proceso de planificación del territorio intercomunal, tal vez logremos terminar con este círculo vicioso y avanzar por fin hacia un desarrollo territorial más justo y equitativo para todos sus habitantes.