Osorno, la ciudad esquina

Por Andrés Angulo

Publicado en el Diario Austral Osorno el sábado 13 de febrero 2021

En términos de la figura del país; Chile tiene una forma que es más la resultante de una condición geográfica que la de un proyecto político. Esta condición construye una primera medida de identidad. Es esa brecha contenida entre cordillera y mar; ordenada por su longitud. En nuestro territorio, todo se mide por largos: ese es nuestro signo, ese es nuestro ritmo. Las palabras de “Arica a Punta Arenas” son en si la segunda definición del país y de como éste se reconoce a sí mismo.

Además de la longitud, existe una segunda medida que es más cotidiana y urbana, y ésta es la medida del ancho común. Todas las ciudades de Chile, reconocen esta dimensión, especialmente por estar relacionada con la anchura de cordillera a mar. En Osorno, al igual que en otras comunas, estamos a una hora de la Cordillera de Los Andes y a otros 60 minutos de tiempo del Oceánico Pacífico. Por ello, es que podemos decir, que el ancho es lo cotidiano, lo interno, aquello de cada día. A diferencia de la longitud, que podría interpretarse como una figura externa; una relación de forma que nos compara con los otros países que nos rodean.

Solo en dos lugares a lo largo del país la segunda medida del ancho alcanza escala continental. Éstos son Santiago con el paso Libertadores a Mendoza, Buenos Aires y en Osorno con el paso Samore a Bariloche, Bahía Blanca. Ambas representan nuestras dos puertas terrestres más relevantes de salida, entrada y conexión de Chile con el resto del Cono Sur Americano. Santiago y Osorno, le entregan al país una relación a escala bi-oceánica y de escala continental.

Haciendo una analogía con la estructura de la ciudad, Osorno no es una casa en la mitad de la cuadra, Osorno es una casa de esquina, que como ya sabemos es el lugar privilegiado para el comercio, conectividad y distribución. Osorno es la ciudad esquina del sur de Chile, porque es aquí, en nuesto territorio, que la medida del largo país se encuentra con la medida del ancho continental, situándonos en otra escala de relación país-continente que el resto de las ciudades de Chile excepto como las del eje Los Andes-Santiago-Valparaíso, que fueron previamente mencionadas. Nuestro futuro como ciudad depende de la vigencia de esta conectividad: resiliente frente a perturbaciones como la crisis sanitaria actual u otras amenazas, y con la vista más allá.