Nuevo localismo

28 / 08 / 21 Por: Andrés Angulo, presidente CChC Osorno
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Por Andrés Angulo, arquitecto & presidente CChC Osorno

Publicado el 28 de agosto en Diario Austral Osorno


Hace un tiempo, reflexionaba sobre la infinita capacidad que tiene el estado de hacerse zancadillas a sí mismo. En Osorno, por ejemplo, somos testigos de cómo el Consejo de Monumentos Nacionales es capaz de paralizar la construcción de un conjunto de 300 viviendas sociales por más de un año. A su vez, vimos al estado preferir expropiar a un privado evitando así disponer de suelo de su propiedad con ubicación privilegiada, como es el caso de los terrenos de EFE y Ovejería.

Esta tendencia no solo nos afecta a los osorninos, es un problema global y como tal ha generado respuestas globales. El caso más relevante es el de Copenhague en Dinamarca que aprovecha el valor de las tierras de propiedad pública para estimular la regeneración del núcleo urbano y financiar, de paso, un sistema de tráfico y transporte publico eficiente. La Copenhague City & Port Development Corporation representa un modelo público/privado eficaz que podría aplicarse a ciudades para impulsar el crecimiento y el desarrollo sostenible e inclusivo.

Este fenómeno se le describe como el “Nuevo Localismo”. Se trata de ciudades que caen en cuenta que están solas al momento de resolver sus problemas y su única opción es tomar “el toro por las astas”. Conocido es el caso de 300 alcaldes de EE.UU. que se han comprometido a apoyar los acuerdos sobre el cambio climático de París que su expresidente, Donald Trump, decidió no cumplir.

En Osorno, conocemos de esta soledad y la fuerza de nuestra respuesta provocó la caída de un Obispo y la renuncia de un Conservador de Bienes Raíces. El poder se está transfiriendo de arriba hacia abajo y que, al final, “el poder pertenece a quienes solucionan los problemas”.

Cerrar el sesgo urbano/rural es un desafío y una oportunidad para el “Nuevo localismo”. Hay países en que la mayoría de las personas que viven en áreas rurales también son residentes de áreas metropolitanas, dada la descentralización de empleos y el teletrabajo.

La economía de nuestro Osorno y su entorno rural están inextricablemente unidas a través de mercados compartidos de trabajo, comercio, logística, energía y recursos.

La forma para mejorar las condiciones de vida y sociales en las áreas rurales es mediante el pleno aprovechamiento del potencial económico de las ciudades y de sus comunidades rurales adyacentes; tenemos que hacer un mejor trabajo para reducir la desigualdad y aumentar las oportunidades dentro de nuestras comunidades, dejando de ser postulantes, pasando a ser gestores.