¡Nuestro proyecto!

La situación actual de las arcas fiscales es compleja. Mermadas por la pronunciada caída del precio del cobre y el paupérrimo crecimiento de nuestra economía. A la vez, presionadas por perentorias demandas de diversos sectores y por los entusiastas alcances de las promesas de campaña. Todo esto agravado por una negativa rotunda, aparentemente más ideológica que práctica, a la posibilidad de explorar maneras de implementar un financiamiento compartido para las soluciones que urge concretar en áreas tan apremiantes como la salud.

En este escenario, sería imprudente ir a golpear las puertas de Hacienda con la intención de sacar, en lo que queda de este año, un proyecto de ley que modifique las leyes de incentivos a la inversión. Lo más probable es que, en vista de los magros resultados obtenidos luego de varias décadas de aplicación de los instrumentos actuales, saldríamos trasquilados.

Esta constatación, respecto del escenario actual, no implica permanecer indiferentes al hecho de que durante las últimas cuatro décadas hemos recibido recursos cuantiosos sin lograr traducirlos en un desarrollo a la altura de las expectativas. Debemos poner manos a la obra para producir un cambio relevante.

El asunto es muy importante, pero en ningún caso urgente. Algunos de los instrumentos de incentivos vigentes expiran en diez años más y otros en veinte. Debemos tomarnos el tiempo necesario para producir un diálogo efectivo, con mesas de trabajo reales, en que los distintos actores de cada una de nuestras comunas se involucren en el trazado de su propio destino y forjen una visión compartida. Aprovechemos esta oportunidad para hacer una reforma que goce de la legitimidad que otorgan los consensos amplios y que se apoye en las sólidas bases del rigor técnico y el análisis sereno.

Así, cuando llegue el momento de presentarlo, hablaremos todos de Nuestro Proyecto. Así lo defenderemos y así lo haremos realidad.

Jan Gysling Brinkmann

Presidente CChC Punta Arenas