Nosotros somos el taco

13 / 10 / 18
Alicia_Vesperinas_-_Opinion.JPG Alicia_Vesperinas_-_Opinion.JPG

Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada en Diario Austral Osorno el 13 de octubre, 2018.

 

Mientras no se invente otra cosa, los humanos seguiremos desplazándonos para satisfacer nuestras necesidades. Ya sea por educación, trabajo, adquisición de bienes y servicios o mero placer, día a día, los Osorninos hacemos más de 500.000 viajes. La ciudad como “ente vivo”, crece. Por ende, también lo hace el parque automotor. Incongruentemente, la infraestructura vial no sigue el mismo ritmo, por lo que se produce la tan conocida e indeseada congestión, que no es más que muchos disputando un espacio acotado.

No parece sensato destinar nuestro tan escaso tiempo a pasar diariamente más de una hora arriba de algún medio de transporte. Si además comenzamos la rutina a bocinazos por la presión de llegar a destino, nuestro ánimo no será el mejor. Por lo tanto, buscar soluciones a este tema debería ser prioritario.

Ya lo dijo el sabio Aristóteles: “no se puede desatar un nudo sin saber primero cómo está hecho”, lo mismo opera para los nudos viales. Es un tema que tiene solución, siempre que se tenga un buen diagnóstico. Acá no sirven opiniones de la calle ni percepciones, solo el manejo del dato duro en manos de expertos.

La Secretaría de Transportes del MTT, analiza la demanda y propone las soluciones viales que requiere la ciudad. Recientemente se presentaron a la comunidad los proyectos de Nuevo Acceso Pilauco y Mejoramiento de Julio Buschmann; en carpeta les siguen, la conexión vial urbana entre rutas U-42 y U-40, nuevo puente Freire y conexión Francke-Centro. Dichas obras, junto a las actualmente en desarrollo deberán significar una importante mejora en las condiciones del tránsito.

Ahora bien, es sabido que, si el aumento de la tasa de motorización sigue al ritmo actual, no existirá infraestructura capaz de soportar. Igualmente, existirá congestión. La solución definitiva pasa por que nos bajemos del auto y usemos el transporte público. Pero esto no sucederá mientras su calidad de servicio, expresada en puntualidad, limpieza, confort, frecuencia y precio sea comparable al auto. Otra medida a estudiar es la de evitar viajes. ¿Por qué no pensar en sub-centros en Rahue, Ovejería, Francke, Las Quemas y Pilauco? De esta forma, hasta podríamos caminar para hacer los trámites.

En resumen, la próxima vez que estemos en un taco, no refunfuñemos, porque nosotros somos el taco y acabar con él depende de nuestra voluntad para buscar soluciones, de nada más.