Ni chicha ni limoná

11 / 05 / 19
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Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada el 11 de mayo en el Diario Austral Osorno

 

Existen muchas expresiones populares para expresar algo que no encaja bien en ningún grupo, que no toma partido. Así tenemos, “ni fu ni fa”, “entre Tongoy y Los Vilos”, “sin pena ni gloria”, “no corta ni pincha”.

Se cae en estas categorías cuando se intenta conciliar posiciones antagónicas. Ejemplos de esto encontramos en las discusiones que actualmente se desarrollan. De esta forma es como todos queremos energías limpias, pero no estamos dispuestos a que suban las tarifas que pagarían su generación.

Queremos mejores pensiones, pero a pesar de saber que cada vez vivimos más y por consiguiente deberemos financiar un retiro más prolongado, no estamos de acuerdo en ahorrar más ni trabajar más años.

Demonizamos las altas rentabilidades que pueden tener algunas empresas, pero si se trata de nuestros ahorros, nos gustaría que creciesen al mismo ritmo (peor todavía, ignorando que es de esas utilidades que provienen nuestras ganancias).

Demandamos cada vez mayores estándares en servicios de internet, pero reclamamos si se instala una antena cerca de nuestra casa (y, paradójicamente, reclamamos a través de nuestro celular).

Queremos trabajar menos horas como en los países desarrollados, decimos, pero no estamos conscientes de mejorar la productividad para siquiera acercarnos a esos mismos referentes y poder competir.

Queremos gratuidad en la educación, más viviendas, mejor salud, más infraestructura, pero descuidamos la eficiencia y despilfarro del uso de los recursos públicos.

Queremos un título universitario, pero protestamos por el esfuerzo que significan los años dedicados a aprender las materias. Queremos estabilidad laboral y mejores salarios, pero basta que se anuncie el inicio de un proyecto para que surjan las protestas oponiéndose. Queremos terminar con la congestión vehicular, pero no estamos dispuestos a bajarnos del auto.

No me pronunciaré respecto de cuál preferencia es mejor en cada tema, cada uno tiene su postura y hay argumentos válidos para todas. Lo que sí es claro, es que en algún minuto deberemos decidir.

Estas contradicciones son las que nos tienen bloqueados. Dejamos de crecer, pudiendo hacerlo. Debemos actuar. Somos eternos candidatos a alcanzar el desarrollo. No vaya a ser que por no decidirnos no terminemos siendo “ni chicha ni limoná”.