Mujer y Empresa

16 / 03 / 23 Por: Paulina Honores, presidente Comisión de Mujeres CChC Atacama
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Según el índice “La Mujer, la Empresa y el Derecho 2023”, publicado recientemente por el Banco Mundial, donde se midió a 190 países en torno al ciclo vital de la mujer trabajadora en base a ocho indicadores para evaluar el progreso hacia la igualdad de género en el marco de la ley, se concluyó que las mujeres cuentan con el 77% de los derechos legales que tienen los hombres, lo que se traduce en que 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen las mismas condiciones ante la ley.

Sólo 14 economías mundiales -entre estas, Alemania, Suecia, Francia, España o Letonia- alcanzan una paridad de un 100%. Chile, por su lado, alcanza un puntaje de 80, que lo hace estar por sobre la media -en la parte inferior del índice están países de Oriente medio, Asia meridional y el norte de África-, pero muy por debajo de otros países que son parte de la OCDE, quienes promedian 95,3. Con estos resultados, el Banco Mundial estima, que de reducirse la brecha de género se podría incrementar el PIB per cápita a largo plazo en casi un 20% en todos los países.

Sobran palabras, según estos datos presentados por una institución de alto prestigio, como el Banco Mundial, para reiterar el largo camino que tenemos por delante en nuestro país para lograr una equidad de género en términos productivos, lo que no es sólo por la necesaria igualdad que debe existir entre todos quienes vivimos en Chile, sino porque además tendrá enriquecedoras consecuencias para el crecimiento y desarrollo de la economía. En 2016, la Subsecretaría de Economía, ya había evidenciado que por cada 100 mil mujeres más en la ocupación laboral femenina, el aumento del PIB podría aumentar en 0,65 puntos porcentuales.

Conscientes de este escenario, como Cámara estamos trabajando para que una actividad como la construcción, clave para mejorar la calidad de vida de la comunidad y que entrega importantes oportunidades laborales, logre avanzar hacia una mayor participación de las mujeres en obras, direcciones ejecutivas y cargos gremiales. Así, si según el INE, en el sector sólo 9 de 100 trabajadores son mujeres, en nuestras empresas socias el porcentaje llega al 21% de los puestos de trabajo, un aumento de diez puntos con respecto a la medición realizada en 2016. Aún estamos lejos de una mayor presencia femenina en empresas del rubro, sin embargo estamos seguros de que el camino debe seguir siendo fomentar una labor público-privada, potenciar capacitaciones para quienes más lo necesitan, apoyar a jóvenes que son parte de la formación técnico profesional -en enero realizamos un curso sobre BIM enfocado especialmente en alumnas- y facilitar su inserción laboral con normativas que las apoyen, donde por supuesto el Estado tiene un rol fundamental.

Hoy en los proyectos de construcción se ven más mujeres que las que se veían hasta hace unos pocos años, rompiendo varios estereotipos, y las positivas experiencias que han tenido las empresas, que son la base de una economía sana y robusta, dan el sustento para profundizar esta labor durante el mediano y corto plazo. Como dijo la jefa del Banco Mundial, Indermitt Gil, en estos momentos de desaceleración económica el que las mujeres no tengan los mismos derechos que los hombres es un obstáculo para el crecimiento de los países y, por lo mismo, acortar las brechas de género impactará positivamente para abordar los importantes desafíos que tenemos por delante como región de Atacama.