Lo justo es justo

Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada en Diario Austral Osorno el 24 de noviembre, 2018.

En un reciente viaje a San Pedro de Atacama, nuestro guía dedicó gran parte de su relato a lamentarse de que a pesar de habitar un territorio en donde se extrae gran parte del cobre que da riqueza al país, los Sampedrinos no gozan de un desarrollo equivalente. Sus palabras fueron: ¡cómo es posible que en San Pedro no contemos con un hospital y debamos ir a Calama a atendernos! El relato se repite en muchas otras formas; a menudo escuchamos que Santiago se queda con todos los recursos o que, las capitales regionales son siempre favorecidas en el reparto y así. Esto debe hacernos reflexionar acerca de la forma en que se decide la inversión pública.

A pesar de que el anhelo de contar con atención de salud es compartido, no parece razonable que cada poblado de 5.000 habitantes cuente con un hospital. Si así fuese, se necesitarían más de 3.000 recintos para los 17 millones que somos. Tampoco parece sensato seguir creando más regiones ya que el costo administrativo se lleva gran parte de los recursos a repartir frustrando la buena intención de mejorar los servicios. Entonces ¿cómo distribuir escuelas, universidades, redes de transporte, vertederos, cárceles, áreas verdes de forma ecuánime?

La Cámara Chilena de la Construcción creo a principios de año, la Corporación Ciudades con Futuro, entidad que tiene como objetivo contribuir al desarrollo armónico e integral de las ciudades, con una mirada de largo plazo y colaborativa, en la que participen diversos actores sociales. Se busca identificar el nivel de servicio que tiene cada habitante, desagregado hasta el nivel de manzana, usando datos objetivos y oficiales. De esta forma, pudimos constatar que existen más de 3 millones de personas que viven en barrios críticos, es decir, sin veredas, calles ni luminarias en buen estado y alejados de servicios públicos. Por otro lado, un millón y medio de compatriotas no tiene acceso al agua potable ni alcantarillado. Muchos poblados rurales no cuentan con caminos pavimentados ni menos con conectividad digital, insumo considerado hoy básico para el desarrollo.

Solo mirando el panorama completo podremos conocer las brechas y focalizar los recursos de modo tal que abandonemos la apreciación subjetiva que nos hacer ver siempre más verde el pasto del vecino. Debemos definir y alcanzar estándares urbanos mínimos comunes para todos. Lo justo es justo, y hay muchos que no deben seguir esperando.