Liquidez para las pymes en tiempos de Covid- 19: ¿Los bancos estarán a la altura?

30 / 04 / 20
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La recesión económica que experimentará el mundo durante los próximos meses producto de la pandemia de Covid-19 no tiene precedentes. Por lo tanto, el combate contra los efectos económicos y sociales generados por la crisis sanitaria requiere de medidas sustantivas para paliar el impacto en las pequeñas y medianas empresas (pymes), ya que mantenerse con vida, en un escenario tan complejo por el que atravesamos, es una verdadera incertidumbre. 

En ese marco, el nivel central anunció el pasado sábado 25 de abril, mediante el Ministerio de Hacienda, encabezado por el economista Ignacio Briones, la publicación del reglamento en el Diario Oficial que hace operativa desde esta semana la ley que fortalece el Fondo con Garantía para Pequeños Empresarios (Fogape), que contempla una capitalización de hasta 3 mil millones de dólares para solventar a las pymes.

Esta iniciativa define las condiciones de operación y otorgamiento de los préstamos por parte de la banca en la denominada línea de crédito Covid- 19, con garantías estatales y tasas de interés preferenciales, la cual está dirigida a las personas, naturales o jurídicas, que sean empresarios o empresas, quienes no superen ventas anuales netas del millón de Unidades de Fomento (UF).

De esta forma, la medida económica viene a darnos un respiro para intentar mantener activas las empresas del sector construcción, turismo, comercio, entre otras, que registran una baja producción y ventas, o, peor aún, no figuran con movimientos desde que se desató la propagación del coronavirus, razón por la cual debemos tener más presente que nunca que las pymes son el motor que dinamiza la economía del país, generando dos de cada tres puestos de trabajo en Chile.

En referencia a este último dato, el Estado ha asumido un rol protector, haciendo esfuerzos para mantener la actividad con un plan económico de emergencia, que busca contrarrestar consecuencias catastróficas en las empresas, en los trabajadores y en las familias chilenas.

Sin embargo, la liquidez no es sinónimo de un bono, por lo que es de suma importancia evitar que, por ejemplo, las empresas se declaren en quiebra o paralicen la totalidad de sus operaciones, lo que repercutiría gravemente en los trabajadores y sus familias de las empresas del área productiva, provocando una fuerte alza en la tasa de desempleo y una serie de problemas sociales.

Por consiguiente, la mirada debe estar fijada en la operatividad, desarrollo y cumplimiento de esta ley, monitoreando si logrará las expectativas generalizadas entre los empresarios que requerirán necesariamente esta ayuda para aguantar estos meses excepcionales, y si la banca estará a la altura de las circunstancias, en tiempos donde el salvataje es inminente para pagar sueldos de trabajadores, a proveedores, seguros, arriendos e impuestos, dado que esta medida no aplica para el pago de dividendos o deudas con otros bancos.

En ese sentido, esperamos que el ministerio de Hacienda lidere un proceso genuino, haciendo esfuerzos mayúsculos en aras de atenuar el impacto que, seguramente, será negativo para una gran cantidad de pymes, que no saben a ciencia cierta si tendrán una salida eficiente a esta crisis financiera.

En definitiva, los esfuerzos están en subsistir durante este periodo de hibernación, donde la economía entrará en recesión por meses e ir retomando las actividades toda vez que la contingencia sanitaria pierda intensidad, de manera de evitar un shock económico de proporciones.

En esa línea, hago un llamado a las empresas del sector productivo que presenten complejidades producto de la emergencia sanitaria, se acerquen a la banca y vean las alternativas que les ofrecen de financiamiento, de modo tal de hacer frente a la pandemia que no solamente puso en jaque la vida humana de un determinado grupo etario, sino que también golpea fuertemente a la economía mundial y nacional.

Según cifras entregadas por el Banco Central, el Covid- 19 conduciría a nuestra economía a registrar este 2020 una caída de entre 1,5%-2,5% versus el panorama proyectado para el 2021 que aumentará entre 3,75% y 4,75%, mientras que en el 2022 crecerá entre 3% y 4%.