Leyes de Excepción y su real impacto en la región: Certezas para impulsar la inversión privada

23 / 05 / 24 Por: Alejandra Alert, presidenta CChC Coyhaique
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Este 2024 la Cámara Chilena de la Construcción está cumpliendo 36 años de presencia en la región de Aysén, sin duda, una oportunidad para mirar qué hemos hecho y cómo seguimos avanzando y cuál es nuestro rol para seguir creciendo como sociedad.

Construir -en el amplio espectro de la palabra- no es fácil, menos en una región como Aysén, que desde la década del 70’ ha sido considerada por el Estado de Chile como un territorio especial, con un aislamiento crítico; población escasa y dispersa;
con falta de presencia pública y un bajo nivel de desarrollo económico.

Para abordar esta situación el Estado diseñó las denominadas “Leyes de Excepción”, instrumentos que buscan incentivar el desarrollo productivo de un territorio que, por su condición, requiere de un apoyo diferenciado.

Actualmente, parte del trabajo de la CChC Coyhaique se ha enfocado en conocer, revisar y hacer propuestas a lo que conocemos como leyes de incentivo. ¿Por qué? Porque no han cumplido con las expectativas que las originaron, al menos, en la región de Aysén.

La economista Marcela Ruiz-Tagle, a solicitud de la Cámara regional de Coyhaique, realizó un acabado estudio del impacto que han generado, constatando que existe un bajo entendimiento y uso de estas leyes, lo que en parte obedece a las características singulares de la región en los ámbitos territoriales, sociales y empresariales.

Se analizaron cinco incentivos, siendo los más utilizados en cobertura y monto: la Bonificación a la Contratación de Mano de
Obra y el DFL 15, lo que tendría su origen en que son los únicos que permiten a las pequeñas y medianas empresas postular (Representan el 98% de la masa empresarial de la región según cifras del INE).

Tras este análisis, las propuestas de la CChC Coyhaique buscan que Aysén cuente con un solo cuerpo legal, con incentivos diseñados para la región, con valores actualizados que permitan: lograr una mayor integración y equidad territorial; a potenciar el empleo formal y disminuir el costo vida; y a fortalecer el emprendimiento y la inversión privada.

A modo de ejemplo, el año 2022 existían 12 mil empleadores en la región que tenían la posibilidad de hacer uso del bono a la contratación de mano de obra, sin embargo, solo 1.204 empresas lo solicitaron, es decir, solo un 10%. Su bajo uso estaría
asociado a las exigencias de la ley que determina, entre otras cosas, que el sueldo del trabajador sea un 20% más que el salario mínimo; regla que solo aplica para Aysén, pues para otras regiones con este beneficio, se solicita solo un 17% de ingresos por sobre el mínimo.

Una región con características especiales requiere de apoyos diferenciados y hacia ahí apunta hoy, el aporte que la Cámara Chilena de la Construcción desde Coyhaique quiere entregar a Aysén, modificaciones que claramente no podremos realizar sin el apoyo de los legisladores, funcionarios públicos, gremios y Mipymes locales, a quienes invitamos a ser parte de este trabajo que busca entregar incentivos excepcionales para un territorio que tiene todo el potencial para desarrollarse de manera integral.