La suspensión del Plan BIM en Chile: un retroceso innecesario

10 / 06 / 24
BENEFICIA_%2855%29.png BENEFICIA_%2855%29.png

Por: Richard Lagos, miembro del comité de Educación, Innovación y Negocios de la CChC Ñuble

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la industria de la construcción no puede quedarse atrás. En este contexto, la implementación del Building Information Modeling (BIM) se presentaba como una oportunidad dorada para modernizar y optimizar el sector de la construcción en Chile. Sin embargo, la reciente suspensión del Plan BIM ha sembrado dudas y descontento entre los profesionales del rubro, quienes veían en esta iniciativa un camino hacia la excelencia y la eficiencia.

Si bien es cierto que la implementación del BIM conlleva desafíos, como cualquier cambio disruptivo, los motivos esgrimidos para la suspensión del Plan BIM en Chile resultan cuestionables.

Se argumenta problemas presupuestarios y logísticos, pero ¿es esta la solución más sensata? En lugar de retroceder, ¿no deberíamos buscar alternativas para superar estos obstáculos y seguir adelante?

Para contextualizar un poco, el BIM es una herramienta de trabajo que permite crear simulaciones digitales de diseño en 4D y realidad aumentada, manejando coordinadamente entre muchas personas toda la información que conlleva una obra, acelerando los tiempos de diseño, disminuyendo en gran medida los costos de construcción y reduciendo exponencialmente el factor de error en una obra. Su implementación en proyectos de carácter público significa un gran avance para la pronta entrega y eficiencia en las terminaciones, pero fue por decisión gubernamental que se suspendió, argumentando falta de presupuesto.

Esta detención momentánea representa más que una simple pausa en la adopción de una herramienta tecnológica; es una oportunidad perdida para el país en su conjunto. El BIM no solo promueve la eficiencia en la gestión de proyectos, sino que también impulsa la sostenibilidad y la innovación. Al dar marcha atrás en esta iniciativa, nos estamos privando de los beneficios tangibles que el BIM puede aportar a nuestra industria de la construcción, sabiendo ahora que quedara solo a criterio de las empresas del mundo privado seguir trabajando bajo esta tecnología, pero el sistema público que es quien más tiene que aportar en esta materia, quedara muy atrás y no se modernizaran ante esta fuerte crecida tecnológica del rubro de la construcción.

Como profesional del sector, no puedo sino expresar mi profundo descontento con la decisión de suspender el Plan BIM. Muchos de nosotros nos habíamos comprometido con el perfeccionamiento, capacitación y la actualización en esta tecnología, muchas universidades y casas de estudios modificaron sus planes y malla curriculares en virtud de estas nuevas tecnologías conscientes de que representa el futuro de nuestra profesión y de los próximos profesionales del área. La suspensión del programa no solo nos deja en pausa con lo que se había avanzado, sino que también frena las ganas y esfuerzos por mantenernos al día y de querer siendo competitivos en un mercado cada vez más exigente.

El llamado es que, como profesionales que ya hemos desarrolla proyectos con implementación BIM y formadores de futuros colegas con esta competencia de base, debemos seguir avanzando en esta línea tecnológica, sabiendo que es el camino correcto, solo así podremos garantizar un futuro próspero y sostenible para nuestro sector, donde la innovación y la excelencia sean los pilares de nuestro trabajo.