La culpa no es de la norma

27 / 04 / 19
Alicia_Vesperinas_-_Opinion.JPG Alicia_Vesperinas_-_Opinion.JPG

Por Alicia Vesperinas

Presidente CChC Osorno

Publicada el 27 de abril en el Diario Austral Osorno

 

Las normas, reglamentos y leyes son un conjunto de reglas que deben seguir las personas de una comunidad para tener una mejor convivencia. Al cumplirlas se deben ajustar las conductas, tareas y actividades de modo que el bien común se imponga por sobre el propio.

Dentro de las más antiguas y conocidas están las del código de Hammurabi, escrito hace casi 4.000 años, que se basa en la ley del Talión; esa del ojo por ojo y diente por diente, que hace alusión al principio de la reciprocidad entre crimen y castigo.

A diferencia del antiguo código, que muestra sus 282 leyes grabadas en piedra, nuestros modernos textos se escriben y reescriben más a menudo de lo que nos gustaría. Los recientes ejemplos de leyes que se aprueban y al poco andar deben reestudiarse nos hace reflexionar respecto del modo en que se generan las normas. Un ejemplo extremo de esto es lo que ha sucedido con la llamada Ley de Medición Inteligente. Luego de su discusión en el congreso, fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras. Insólito. Moros y cristianos estaban de acuerdo en que era necesaria y conveniente su aprobación. Pero una vez puesta en marcha, al ver que no fue bien recibida por el público, cuales atletas olímpicos nos mostraron volteretas magníficas, borrando con el codo lo recién firmado con la mano. Nadie ahora la apoya.

Este ir y venir que también hemos visto en otras redacciones no entrega un marco estable necesario para proyectar cualquier actividad. Está sucediendo en educación, en salud, en lo económico y lo laboral.

A escala local estos últimos días se han emitido muchas declaraciones concernientes al Plan de Descontaminación. El texto fue publicado hace tres años y no ha podido ser implementado por diversas razones, principalmente por no haberse cumplido los supuestos en que se fundaba ni acompañarse de la asignación de recursos que involucraba. En los próximos días, participaremos junto a las autoridades para proponer algunas posibles alternativas para su modificación.

Creemos que sería más conveniente la participación de estamentos técnicos en etapas más tempranas en la elaboración de normativas. Desde que se asoció el lobby con la representación de intereses mezquinos y particulares, se abandonó el diálogo. Los gremios reunimos a quienes por formación y desempeño podemos aportar la mirada práctica y aplicada en materias en donde quienes legislan deben apoyarse. ¿Será por esto por lo que no avanzamos en la elaboración de un nuevo plan regulador? ¿Y no se resuelve el problema de las aguas lluvia? ¿O proliferan los campamentos?

La culpa no es de la norma, sino de la falta de un análisis compartido y validado en su génesis. Volvamos a conversar.