La construcción como motor de la economía

Como Cámara Chilena de la Construcción siempre hemos sido agentes propositivos y esta vez no será la excepción. Tenemos la experiencia reciente de lo que ocurrió en octubre pasado donde la economía se vio afectada tras el estallido social, por lo que, en vista y consideración de la presente crisis sanitaria, la cual lamentablemente está generando estragos en las familias aiseninas que ven con angustia cómo sus bolsillos se resienten, hemos elaborado el Plan de Empleo y Reactivación con el objetivo de generar plazas de trabajo en los próximos tres años.

Con esto buscamos sacar adelante durante el presente año los proyectos que fueron anunciados por el Ejecutivo entre a fines del 2019 y a principios del 2020, que consideran una significativa inyección de recursos públicos, pero que producto de las actuales circunstancias se encuentran en stand by, por lo tanto, esperamos que la crisis sanitaria vaya en retroceso en los meses venideros para que cuando recibamos la primavera y luego el periodo estival demos marcha a la reactivación con las nuevas obras que están de momento postergadas.

Ahora bien, ello dependerá en primera instancia de las condiciones sanitarias y en segunda de cómo sociabilicemos la información en tiempo y forma con las autoridades regionales, ya que son ellos quienes tienen la decisión de dar celeridad a los procesos administrativos: licitaciones de obra, adjudicaciones y ejecuciones de proyectos para posteriormente dar paso a la contratación de mano de obra local.

En efecto, y mientras todo se vaya dando favorablemente, podríamos visualizar actividad económica en el mes de agosto o septiembre en la industria de la construcción, y no solamente en la construcción, sino que también en toda la cadena productiva asociada al sector tales como los servicios de hospedaje, comercio, transporte, entre otros, los cuales se ven beneficiados cuando se desarrolla un proyecto de infraestructura en las distintas localidades.

Bajo ese escenario, nuestra propuesta tiene como objetivo crear cerca de 9 mil puestos de trabajo directos e indirectos en la región de Aysén de aquí al 2022, lo que significa todo un desafío por el momento que atravesamos y la incertidumbre que nos embarga, pero estamos dispuestos a trabajar decidida y firmemente para lograr la meta trazada.

Por lo mismo, hoy más que nunca debe primar el sentido de unidad, de manera de aunar voluntades y esfuerzos para que mediante una alianza público-privada saquemos la tarea adelante en aras de dinamizar la economía y paliar la situación de los habitantes de la región, que al igual que todos están preocupados por el presente y futuro, puesto que a estas alturas del partido para nadie es un misterio que estamos ante la peor crisis de las últimas décadas, por lo que cómo salgamos de ella dependerá la capacidad que tengamos de lograr los acuerdos; llegó el minuto de construir una nueva alianza y trabajar ardua y mancomunadamente por un solo objetivo.

En síntesis, la propuesta de la Cámara Chilena de la Construcción proyecta concretar entre el segundo semestre de este año y el 2022 la suma no menor de 278 millones de dólares en total, reflejando que la construcción es el termómetro de la economía, sector contra cíclico que cuando se registra una alta tasa de cesantía tanto a nivel nacional como regional la forma más efectiva de activarla es echar mano a las obras de infraestructura y vivienda, tal como lo postula nuestro Plan de Empleo y Reactivación Económica que está en fase de sociabilización con las autoridades locales, quienes son los llamados a destrabar y agilizar los proyectos en carpeta para conseguir en la inmediatez los resultados esperados que como gremio buscamos implementar. Todo esto con el objetivo de generar empleos y con ello mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región de Aysén.