Instrumentos de Planificación Territorial

En palabras del profesor Ferdinand Drucker: “La planificación a largo plazo no es pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes”, hoy en día el escenario que viven los instrumentos de planificación territorial (IPTs), a nivel nacional, regional y comunal atenta directamente contra los derechos de todos los ciudadanos a decidir nuestro futuro.

El crecimiento de nuestras ciudades, las inversiones actuales pensando en el futuro, el bienestar de nuestras familias y por qué no decirlo, la capacidad de soñar se ven cercenadas por un sistema ineficiente y viciado que no ha sido capaz de conformar un juego de reglas claras, actualizables y ajustables que permitan planificar nuestras ciudades, y por consecuencia, la vida de sus ciudadanos.

Con una vigencia de 20 años los IPT´s nacen obsoletos y son incapaces de absorber los cambios que proponen los tiempos que vivimos, cada vez más rápidos y relevantes. De un total de 45 centros poblados de la región, 29 ni siquiera cuentan con instrumentos de planificación territorial, es decir un 64.4%. Solo 16 centros poblados de la región, correspondiente a un 36.6%, cuentan con IPTs, de ellos solo 4 cuentan con plan Regulador Comunal (PRC) y 7 cuentan con un plan seccional, lo que equivale a un 15.5 %.

Estadísticamente, un 31,25 % de los IPTs (5) sobrepasan los 30 años de vigencia al 2017, como son el caso del PRC de Puerto Aysén (34 años), el PRC de Puerto Chacabuco y de El Salto que superan los 71 años, el Plan Sectorial de Bahía Murta con unos longevos 83 años y el Límite Urbano de Chile Chico con 55 años.

Es responsabilidad de la comunidad entender de que tratan estos instrumentos, como afectan nuestra vida, que incidencia tienen en nuestro futuro y cuan responsables son de muchas de las falencias que nuestras ciudades tienen, y una vez comprendido, ser artífices participativos de la conformación, aprobación y constante modificación de estos.

A través de fallar en la preparación de estas vitales herramientas de convivencia nos estamos preparando para fallar como ciudadanos.