Infraestructura y Desarrollo Turístico

18 / 07 / 16
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Por: Pedro Staudt

Arquitecto, Presidente Comité Contratistas Generales

Cámara Chilena de la Construcción

Sede Coyhaique

La Región de Aysén cuenta con una excelente materia prima para desarrollar el turismo. Podemos usar una palabra clave para definirla, "Diversidad". Tenemos lagos, ríos, montañas, glaciares, localidades, flora, fauna, etc. Partiendo de la realidad de que una misma región tenemos 4 zonas climáticas, presentes desde que se aterriza en el aeropuerto de Balmaceda, rodeado por una estepa de pampa árida, hasta que pocas horas más tarde, se almuerza en Puerto Chacabuco, en pleno clima oceánico, de orden templado lluvioso con intensa vegetación.

Es un gran logro que las autoridades hayan reconocido el potencial de nuestra región en el área turística, inyectando gran cantidad de recursos para su desarrollo, el que debe estar acompañado por una infraestructura adecuada. No podemos desconocer que ésta ha presentado un importante desarrollo los últimos 15 años. Vamos bien, pero obviamente nos falta. La región se ha ido acomodando a un turismo creciente de diversas realidades, ya que recibimos pasajeros que llegan a la región en busca de una experiencia de servicio completa como otros que buscan solo pasar por la región. A todos ellos hay que darles respuesta, con caminos, alojamientos y servicios adecuados. Debemos contar con una infraestructura diversa, pero siempre de calidad. Ese es el desafío.

El tema de fondo no es querer definir la clase de turismo queremos atraer a la zona, sino el cómo queremos desarrollar la oferta. Encontrar las condicionantes que logren romper la estacionalidad de la actividad y generar una oferta distina, con un sello particular y que abarque una temporada más extensa.

Entonces cómo se enfoca la visión macro del turismo y la infraestructura requerida para ello. Volvemos al principio. ¿Qué queremos ofrecer?. Es necesario fomentar el desarrollo de obras que satisfagan tanto la creciente demanda como su diversidad de origen. Nuestras áreas urbanas se entrelazan con una diversidad de entornos que deben ser abordados por cada localidad como propios, y hacer de estas zonas de excursión próximas una razón para permanecer más tiempo visitando nuestras ciudades y pueblos.

Al hablar de infraestructura, no sólo debemos considerar los alojamientos o restoranes, debemos partir por lo más esencial, como las rutas y los servicios básicos como el agua y alcantarillado. Hoy estamos frente a una creciente sequía que de seguro traerá problemas en el abastecimiento de los APR, por lo que se necesita desarrollar obras que permitan mitigar estos inconvenientes. Necesitamos una adecuada mantención de Carretera Austral, tanto hacia el norte como hacia el sur. Terminar la pavimentación de esta ruta, acompañada con puentes seguros y de buena calidad. En todas esta iniciativas, el rol del Estado es protagónico, ya que sin su aporte, no es posible avanzar hacia un mejoramiento de la conectividad regional.

La región va por buen camino, pero es un camino lento. El turismo es una actividad lucrativa, pero debe profesionalizarse y la infraestructura va a ir creciendo en la medida que el turismo vaya generando retornos a través de estructuras formales y con una rentabilidad clara. Esperamos que la gran cantidad de recursos que se han destinado a convertir a Aysén en un apetecido destino a nivel internacional, vayan acompañados por una inversión en infraestructura que brinde soporte a este trabajo y que permita así un mayor desarrollo de nuestra región.