Infraestructura sanitaria descentralizada

El Covid-19 nos ha golpeado fuerte, qué duda cabe, pero al mismo tiempo nos ha remecido y dado una oportunidad para reflexionar respecto a nuestra realidad regional; sobre las fortalezas y necesidades de quienes habitan esta tierra.

Hoy debemos acentuar la inversión para que todos los ariqueños y parinacotenses cuenta con las condiciones básicas para vivir, como agua, alcantarillado y electricidad; además de la conectividad que permita a la gente trasladarse, sentirse integrado, unido, considerado.

En tiempos de Covid-19 resulta contradictorio exigir a la comunidad un constante lavado de manos cuando no todos cuentan con agua potable, sobre todo en zonas rurales; o incentivar el uso de plataformas virtuales para evitar salir de su hogar a realizar trámites presenciales, cuando un 23% de la población no tiene conexión a internet en sus hogares.

Sabemos, reconocemos y aplaudimos los esfuerzos de los diversos servicios públicos, como el Ministerio de Obras Públicas, que ha invertido millonarias sumas en unir Chile y toda la región, por lo que la invitación es a continuar en esa senda con más fuerza, es la única forma de construir un mejor país.

Para seguir por esa ruta, uno de los principales desafíos que tenemos es trabajar en conjunto, de manera colaborativa, generando una alianza estratégica entre los distintos actores involucrados para entregar propuestas, dar soluciones y acciones en el corto, mediano y largo plazo; ya que hasta la fecha las respuestas suelen ser parciales, fragmentadas, focalizadas, lo que no aporta a la generación de una gestión sustentable en el tiempo.

Es que cuando el Covid-19 decaiga volveremos a enfrentar nuestras antiguas epidemias: las pandemias del despoblamiento, de la falta de oportunidades, de la centralización regional; por ello es fundamental que los pobladores de Chapiquiña, Tignamar, Guacoyo, Codpa, Chaca y San Miguel, solamente por nombrar algunas, se sientan parte de la región para que sigan habitando sus poblados, junto con generar instancias de atracción de talentos e inversiones para estas localidades.

Sigamos el camino que nos lleva a los valles, la precordillera y altiplano, donde hay valiosos tesoros y posibilidades asociadas al turismo, agricultura y logística que construirán la región que estoy seguro todos soñamos, pero antes dotémoslos de lo básico, no más, pero tampoco menos. Porque Arica y Parinacota lo construimos entre todos.

Luis Herrera Thomas

Presidente CChC Arica