Infraestructura que nos sostiene

14 / 07 / 16
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En mayo de este año la Cámara Chilena de la Construcción realizó el Seminario “Infraestructura para todos, claves del desarrollo continuo”, en el marco en la Semana de la Construcción. En la ocasión se dio a conocer el informe de Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD), que analizó doce dimensiones, concentradas en tres ejes estratégicos: Infraestructura que nos sostiene (Recursos Hídricos, Energía y Telecomunicaciones), Infraestructura que nos conecta (Vialidad Interurbana, Aeropuertos, Puertos y Ferrocarriles) e Infraestructura que nos involucra (Vialidad y Transporte Urbano, Espacios Públicos, Infraestructura Educacional, Hospitalaria y Penitenciaria). El objetivo fundamental de este informe es aportar a la discusión de las políticas públicas en estas materias, colaborando en dimensionar y priorizar cuales son las necesidades y contribuir con aspectos técnicos para que podamos abordarlas de manera apropiada. Hoy me quiero detener en la infraestructura que nos sostiene, particularmente en un factor que debiera preocuparnos como región en torno a la sequía que podría afectarnos y como esto podría influir en los proyectos de inversión, por ejemplo, en el borde costero del lago Llanquihue. Ante este escenario y respecto a los recursos hídricos el ICD sostiene que el objetivo de la política pública debe ser ofrecer “seguridad hídrica”, es decir, contar con la inversión necesaria para que la infraestructura se concrete y asegurar la disponibilidad de agua, en cantidad y calidad, para el consumo, la producción y la protección de los ecosistemas y de la vida humana estimando una inversión de US$ 12.540 millones a nivel nacional en la próxima década, pero en este aspecto como en muchos otros, como gremio abogamos por la responsabilidad compartida de todos los miembros de la sociedad. Una vez más, reiteramos la importancia de evaluar con claridad cuáles son nuestros objetivos como región, hacia donde queremos llegar en materia de desarrollo económico consensuando las inversiones de infraestructura necesarias para cumplir con el logro de dichos objetivos. Es importante señalar, que el ámbito de infraestructura que nos sostiene, también involucra la energía, y en esta área es relevante el impulso que puedan tener a futuro las fuentes de energías renovables no convencionales, considerando esencial que al año 2025 el 20% de la energía contratada por distribuidoras eléctricas o clientes libres deberá generarse a través de esta vía. En tanto, en el ámbito de las telecomunicaciones actualmente existe una brecha del 50% de déficit en conexiones de banda ancha en nuestro país, por tal motivo, se proyecta debieran existir una inversión de US$ 26.346 millones a nivel nacional.