Infraestructura para el desarrollo de Chile y la región

27 / 10 / 15
Presidente_Talca.jpg Presidente_Talca.jpg

Bien sabido es que la inversión en infraestructura es una potente herramienta para el progreso de las naciones, conlleva un impacto transformador en materia social, impulsa la economía y es un gran aliado para derrotar la pobreza. Sin embargo, Chile se ha mostrado al debe en esta materia, en los últimos años, no estando asociado al gobierno de turno, sino con una carencia de programación o propuesta integrada con miras a la construcción de un país desarrollado.

Un ejemplo concreto de aquello es que hemos caído, desde el 2010, 19 puestos en el Ranking de Infraestructura que incluye el Reporte de Competitividad Global del Foro Económico Mundial. Sumado a esto, nos encontramos inmersos en un austero panorama económico, en el que se proyecta un débil crecimiento del 2,5% para el 2015 y sólo un 2,75% en el 2016.

Entonces, ¿cuál es el camino que deberíamos recorrer para retomar el rumbo a la reactivación? En este contexto, la Cámara Chilena de la Construcción ha estado trabajando para abordar el déficit de infraestructura que presenta el país, desarrollando propuestas locales, para todas las regiones, que implican planes integrales, estratégicos, con plazos definidos, entre los años 2016 y 2030.

Para llevar a cabo lo anterior, como gremio, hemos sido enfáticos en recomendar que el primer paso a seguir debiera estar enfocado a invertir anualmente el 5% del PIB en este ámbito, cifra que supera largamente el 2,5% que se destina en la actualidad.

En este punto valoramos ampliamente el anuncio efectuado por la Presidenta de la República, para el segundo semestre, quien realizó un llamado adicional por 2 mil millones de dólares en obras de infraestructura aplicando el sistema de alianza público - privado, así como también comentó la puesta en marcha del proyecto de ley que crea la Dirección General de Concesiones y la iniciativa para generar un Fondo de Infraestructura.

Apuntando a este mismo objetivo, y una vez fortalecida esta unión entre ambos sectores, la hoja de ruta, debería enfocarse hacia la concreción de infraestructura que tenga como meta aumentar el potencial nacional de crecimiento, sin descuidar de su norte el trabajo constante por lograr una mayor equidad en las comunidades de cada región.

En esta línea, hemos señalado que existen prioridades de inversión, en cada zona, eso sí, repitiéndose transversalmente dentro de las más urgentes la conectividad y la ejecución de proyectos interurbanos que permitan revertir el colapso vial que están experimentando las principales ciudades y las localidades intermedias. Además, de ser estrictamente necesario redoblar los esfuerzos para abordar soluciones eficientes al abastecimiento y utilización de los recursos hídricos, con el objeto de resolver la escasez de agua que se está presentando incluso en regiones del sur del país, como la nuestra.

Tampoco podemos dejar fuera la relevancia de generar redes portuarias modernas y eficientes; puertos secos, para potenciar el comercio; una red de salud que no se limite a las grandes ciudades; infraestructura adecuada para la educación; cárceles, capaces de albergar los superávit penitenciarios actuales; aeropuertos acondicionados a las necesidades de cada región; un sistema ferroviario mejorado, que descomprima nuestras carreteras, fomente la conectividad y disminuya los tiempos de desplazamiento, entre otros proyectos.

Es cierto que existe una importante lista de retos pendientes para alcanzar los grandes desafíos que hoy vive nuestro país: avanzar hacia el crecimiento y retomar el camino hacia el desarrollo. Lo importante es reconocer que nos encontramos en un escenario en el que la demanda de obras públicas supera las disponibilidades presupuestarias, por lo que concretar la infraestructura que necesita el Chile de mañana, sólo es posible si trabajamos en una dupla virtuosa entre el sector público y el privado.

Carlos del Solar G.

Presidente de la CChC Talca