Hacia el Futuro: Reflexiones sobre la Constitución Plebiscitada

​El próximo 17 de diciembre, los ciudadanos chilenos tendrán en sus manos la oportunidad de definir el rumbo de nuestra nación mediante un importante plebiscito constitucional. Es imperativo cerrar este proceso con el mejor texto posible, ya sea manteniendo nuestra constitución actual o adoptando la propuesta de cambio. La clave reside no solo en elegir el texto de mayor consenso, sino en optar por aquel que disipe la gran incertidumbre que actualmente nos tiene estancados, con una inversión escasa y una tasa de empleo que aún no se recupera después de la pandemia, afectando a cientos de millas de personas con casi un millón de desempleados.

Uno de los aspectos destacados de la propuesta constitucional en consideración se centra en la reforma del sistema político. La reducción de diputados y la consolidación de partidos políticos prometen brindar mayor estabilidad al país, alejándonos de episodios de populismo que han causado estragos, como los retiros de fondos de pensiones y la inflación que enfrentamos hoy. Además, se observa un fortalecimiento de los derechos, especialmente en el ámbito de la vivienda, con un enfoque hacia la responsabilidad fiscal y un progreso gradual.

La creación de una Defensoría de las Víctimas, junto con los capítulos especiales de Seguridad Pública y Defensa Nacional, es un paso significativo para corregir derechos y ofrecer una mayor protección a los ciudadanos. Otro avance se refiere a la modernización del Estado, para hacerlo más profesional y técnico. Así mismo, se ha asegurado el derecho de propiedad de los fondos de pensiones, la libertad de elección entre sistemas de salud, y su provisión por el sector público y privado. Sin embargo, más allá de la elección entre los dos textos constitucionales, es esencial dar vuelta a la página y mirar hacia el futuro como país unificado. La conducción política, y su oposición, debe ser constructiva para que la mejor constitución no sea solo un documento, sino una herramienta efectiva para abordar los temas que más importan a las personas: seguridad, estabilidad, empleo, ingresos y derechos fundamentales como salud. educación, pensiones y vivienda.

Es hora de retomar el rumbo que nunca debemos perder. En este contexto, la Cámara Chilena de la Construcción (Cchc) ha facilitado un conversatorio con abogados expertos constitucionales, asegurando que el sufragio se base en ciudadanos bien informados. Más allá de la elección del texto constitucional, la verdadera clave radica en la unidad y enfoque en los temas cruciales que impactan la vida de las personas.

Al cerrar este capítulo, avanzamos hacia un futuro donde la estabilidad y la colaboración sean la base de un Chile próspero. La mejor constitución será aquella que refleje la visión colectiva de la ciudadanía y nos impulse a superar los desafíos con determinación y unidad.