ES TIEMPO DE RESPONDER A LOS DESAFÍOS

11 / 06 / 20
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Después de peticiones que venían desde múltiples sectores, se materializó la cuarentena en Calama, y ante ese panorama, no podemos sino sumarnos a los llamados que existen, para que la ciudadanía la asuma con responsabilidad.

Como gremio, sabemos que es una medida que golpea fuerte a los pequeños empresarios, por lo que esperamos que sea productiva y logre reducir los contagios descontrolados de los que todos somos testigos, entendiendo que en este momento, esa necesidad es prioridad. No obstante, estamos conscientes de que el confinamiento no solucionará todos nuestros problemas como comuna, y que teniéndolos claros, ya es hora de comenzar a actuar.

La crisis ha llegado al peak que tanto temíamos y, lamentablemente, pese a que lo vimos venir, no logramos reaccionar a tiempo. Ante la gravedad de la realidad que vemos a diario en la prensa, y da cuenta de un hospital al borde del colapso, es urgente concentrarnos en las oportunidades de mejora inmediata que tenemos.

¿Cómo podemos colaborar? Es la pregunta que nos estamos haciendo como cámara, y la respuesta que hallamos, es articulando esfuerzos y gestionando posibles soluciones, porque por oscuro que se vea el panorama, siempre hay algo que hacer. Qué bueno sería que todas las empresas nos uniéramos desde nuestras posibilidades, para poder recuperar espacios y habilitar recintos que funcionarían mejor que un hospital de campaña, o derechamente, para mejorar condiciones en nuestro hospital, que permitieran incrementar su capacidad de atención.

Incluso, más allá de lo sanitario, debemos pensar desde ya en la reactivación económica de nuestra comuna. Por eso, vimos con esperanza los recientes anuncios del Ministro de Economía, respecto a los 46 proyectos de inversión, que se está buscando acelerar en la región, y manifestamos nuestro completo apoyo en torno a su urgente ejecución, sobre todo considerando nuestros altos índices de cesantía, y lo crítico que se ve el pronóstico si no hay reacción.

En este último punto, radica nuestra principal preocupación, pues hemos sido testigos y partícipes de las innumerables mesas técnicas que han surgido en miras de esta reactivación, pero el tiempo pasa, y seguimos sin articular esfuerzos que concreten las iniciativas. Es hora de cohesionarnos y comenzar a hacer realidad aquellos proyectos detenidos. Nuestros trabajadores y sus familias no pueden esperar, ni nosotros conformarnos con espacios de debate ya que, por valiosos que sean, nos han mostrado históricamente, los mismos desafíos.