El Impacto del Debilitamiento Económico en las Mujeres y Otros Grupos Vulnerables

11 / 05 / 24 Por: Ricardo Salman A. Presidente de la CChC Ñuble
FOTO6_RICARDO_SALMAN_PRESIDENTE_CCHC_CHILLA%CC%81N_i.jpeg FOTO6_RICARDO_SALMAN_PRESIDENTE_CCHC_CHILLA%CC%81N_i.jpeg

En medio de una década de estancamiento económico y políticas desacertadas, el panorama laboral se oscurece especialmente para las mujeres y otros segmentos vulnerables en nuestro país. Las autoridades nacionales han descuidado el crecimiento económico, lo que ha alimentado una creciente economía informal y una preocupante falta de empleo formal.

Las cifras recientes revelan una tendencia alarmante: durante el último trimestre, la ocupación informal aumentó en 142,583 personas, elevando el total de trabajadores informales a 2.614.641. De manera preocupante, este fenómeno afecta desproporcionadamente a las mujeres, con un aumento del 86.153 en empleo informal, casi duplicando la tasa de variación en comparación con los hombres.

La crisis económica ha empujado a muchas personas hacia trabajos no regulados, desprovistos de contratos y protección social, como una respuesta desesperada a la falta de oportunidades formales. La burocracia excesiva para la aprobación de inversiones, los altos costos y los obstáculos para acceder a créditos, tanto para las empresas como para las personas, han exacerbado esta situación.

La educación también se ve amenazada: la pandemia ha impulsado la deserción escolar, lo que probablemente resultará en un mayor empleo informal en el futuro debido a la menor formación educativa y capacitación.

Particularmente preocupante es el aumento constante en la tasa de ocupación informal entre las mujeres, que ha alcanzado un 29.9% en marzo de 2024, en comparación con el 26.8% en hombres. Esto representa un retroceso significativo en la igualdad laboral lograda en enero de 2022.

Los jóvenes y los adultos mayores también enfrentan dificultades: la ocupación informal entre los jóvenes de 15 a 24 años ha alcanzado un 37.6%, mientras que los mayores de 65 años enfrentan una tasa alarmante del 55.8%.

Los trabajadores del comercio y los servicios son los más afectados por la informalidad laboral, a diferencia de los asalariados públicos que muestran una reducción en este aspecto. Esto se debe en parte al notable aumento en las contrataciones del sector público durante el último año.

Este escenario refleja la negligencia hacia un manejo económico efectivo, lo que se traduce en condiciones laborales más precarias para las mujeres, así como para aquellos con menor capacitación y los segmentos más vulnerables de nuestra sociedad.

En este día de la madre, es crucial reconocer el impacto desproporcionado que estas políticas económicas tienen en las mujeres, quienes tradicionalmente han manejado con destreza los presupuestos familiares. Es hora de priorizar políticas que promuevan el crecimiento económico inclusivo y aseguren oportunidades equitativas para todos.