Disminución del déficit habitacional: un escenario incierto

El aumento de la demanda de insumos durante el 2020, en un contexto de pandemia, estableció un desafío complejo para la logística de fabricantes y/o proveedores de materiales de la construcción en nuestro País, generando escasez y en consecuencia empujando al alza los precios internos de éstos para el rubro.

Nuestra región no está ajena a esta problemática y como Gremio estamos preocupados por el impacto que esta alza está teniendo en los proyectos de viviendas sociales, tomando en cuenta que Tarapacá cuenta con unos de los índices más altos de campamentos en Chile.

El aumento en el precio de materiales y la dificultad de mantener mano de obra estable, han tenido un impacto negativo en los contratos de construcción, los cuales han evidenciado importantes retrasos e incrementos en sus costos, escenario que pone en riesgo la posibilidad de que las empresas constructoras puedan garantizar la continuidad de las obras, situación que no sólo amenaza el avance y término de las mismas, sino que además ralentiza la actividad a nivel local, colocando en riesgo la reactivación regional.

Esta problemática impacta de forma transversal a los Programas de Vivienda, por lo que para mitigar sus efectos no basta con reajustar solo los subsidios de Mejoramientos de Viviendas, sino que deben implementarse urgentemente medidas en todas las líneas de Programas de Viviendas que opera el Estado.

Creemos que para que la construcción sea la piedra angular del plan de reactivación económica para el país, es necesario solucionar los problemas que actualmente oprimen la oferta de insumos. En esa perspectiva, la paralización de actividades no parece ser un buen camino.

Como CChC manifestamos nuestra voluntad y disposición para trabajar en la búsqueda de soluciones, las que permitan asegurar la continuidad de los proyectos que beneficiarán directamente a quienes necesitan de manera urgente, una solución definitiva de acceso a una vivienda adecuada.