Desempleo en Atacama

Las últimas cifras de desempleo siguen siendo preocupantes para nuestra región. El bajo precio de los commodities, un contexto de incertidumbres que afecta a la inversión privada y los efectos del aluvión, poco tomados en cuenta en su momento, pero que con el tiempo se han ido expresando con cada vez más fuerza en su arista económica, han hecho que, según datos del INE, en Atacama hayan crecido en doce meses un 24,1% los desocupados (2.150 personas).

Las lecturas de estas cifras tienen visiones variadas, como vemos en la prensa cada vez que son publicadas, pero lo cierto es que más allá de los números, cifras o porcentajes, detrás hay una persona sin trabajo en un difícil momento, por lo que podemos decir que el que existan fuentes laborales de calidad y con permanencia en el tiempo, son claves para mejorar el bienestar en una determinada zona del país.

Por lo mismo es que cuando hablamos de empleo, tenemos que pensar en una de las bases donde se sostiene nuestra sociedad, y, por lo mismo, los esfuerzos por reactivar la economía, que es de donde saldrán las posibilidades de que personas que hoy no tienen trabajo se puedan emplear, deben ser mayores, más tomando en cuenta que son las pymes quienes entregan el grueso de los puestos de trabajo, por lo que se debe procurar que existan las condiciones de emprendimiento y que las iniciativas que se realicen en el país no vayan en contra de esta dinámica.

En este escenario, la construcción también se encuentra en una situación compleja, lo que también pesa en estas cifras de desempleo, ya que es un sector que integra a un significativo segmento social al mundo del trabajo. Según el INE, del trimestre abril-junio al período mayo-julio, la fuerza laboral en el sector ha bajado de 10.670 a 8.670 personas, lo que se traduce en una variación de -18,7%, y en el período abril-junio la cesantía en nuestro sector superó el 14%.

Como CChC creemos que se debe potenciar la alianza público-privada, dar las condiciones para invertir y trabajar sobre temas estructurales, como productividad, infraestructura crítica y planificación urbana, con el objetivo de reactivar nuestra economía, que es la manera de revertir una tendencia en el empleo que ya por varios trimestres viene mostrando una curva de deterioramiento.