Desafíos y Oportunidades: Radiografía del Empleo y la Economía

01 / 03 / 24 Por: Ricardo Salman A, Presidente CChC Chillán
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​El informe trimestral de empleo publicado por el INE esta semana ha revelado un aumento en la tasa de desocupación a nivel nacional, incrementándose en 0,4 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, alcanzando un 8,4%. Este incremento también se ha reflejado en la región de Ñuble, donde la tasa de desempleo ha alcanzado un 8,7%.

Contrario a las expectativas, la actividad económica de fin de año no ha sido suficiente para reducir el desempleo como en años anteriores. Esto se atribuye, en parte, al incremento del 3,4% en la fuerza de trabajo a nivel nacional, superando el aumento del 2,9% de las personas ocupadas. Este desequilibrio subraya la incapacidad del nivel actual de actividad económica para absorber la mano de obra entrante, siendo la baja productividad laboral y la insuficiente inversión tanto privada como factores públicos determinantes. El año pasado, por ejemplo, se registró una subejecución de inversión pública de 2521 millones de dólares.

El análisis sectorial revela descensos significativos en actividades como inmobiliarias (-18,5%), construcción (-4,6%), y profesionales (-4,8%), mientras que sectores como comercio (+6,5%), industria manufacturera (+4,4%), y actividades de salud (+9,7%) han experimentado un aumento en la ocupación.

En el caso específico de Ñuble, el notable aumento en la ocupación se debe principalmente a actividades de salud (+42,4%) y construcción (+17%), impulsadas por inversiones significativas en vivienda pública (Serviu) y proyectos de infraestructura pública. (MOP), donde se ha observado un fuerte incremento en sus presupuestos en los últimos años. Este desempeño ejemplar refleja una coordinación efectiva entre el sector público y privado, enfrentando los desafíos de la región de manera proactiva.

En el ámbito nacional, estas cifras plantean un desafío para las autoridades en el presente año, que incluye la generación de condiciones económicas que fomentan la inversión privada, reduciendo la incertidumbre asociada a las reformas tributarias y previsionales, y ejecutando eficientemente programas de inversión pública mediante licitaciones oportunas y proyectos de concesiones en infraestructura.

En cuanto a la capacitación, se hace necesario profundizar en los programas destinados a los trabajadores con baja productividad, especialmente en un escenario de reducción gradual de la jornada laboral a 40 horas.

El Imacec, con un crecimiento del 2,5% en enero, señala un nivel de recuperación económica tras la caída del 1% en diciembre, aunque medidas también subrayan la necesidad de adoptar más profundas para alcanzar tasas de crecimiento más robustas.

Como país, debemos esforzarnos por recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia, una tarea ardua que requiere no solo el impulso del sector privado, sino también un liderazgo efectivo por parte de nuestras autoridades y una gestión económica sólida.