Desafiando la recesión: La construcción habitacional como respuesta económica

03 / 06 / 23 Por: Ricardo Salman A, Presidente CChC Chillán
FOTO6_RICARDO_SALMAN_PRESIDENTE_CCHC_CHILLA%CC%81N_i.jpeg FOTO6_RICARDO_SALMAN_PRESIDENTE_CCHC_CHILLA%CC%81N_i.jpeg

El reciente resultado del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que indica una caída del 1,1% en abril según el Banco Central, ha generado preocupación en el ámbito económico. En los últimos ocho meses, el Imacec ha mostrado un desempeño negativo en siete ocasiones, lo cual es inusual en la última década, salvo para el cierre de la economía durante la pandemia en 2020. Sin embargo, en medio de este panorama desafiante, se presenta una oportunidad clave para reactivar la economía y el empleo: el impulso a la construcción habitacional por parte del MINVU.

El informe del INE, correspondiente a abril de 2023, revela una disminución del 47,5% en la superficie autorizada en los últimos 12 meses. No obstante, es importante analizar en qué sectores y en qué medida se está produciendo esta caída. El área de servicios ha experimentado la mayor reducción, con un 88%, seguida por la superficie destinada a industria, comercio y establecimientos financieros. Por otro lado, vivienda ha registrado la menor disminución en la superficie autorizada.

Estas cifras son coherentes con la estrategia del Plan de Emergencia Habitacional, el cual permite no solo resolver parte del déficit habitacional, sino también impulsar la actividad económica y generar empleo. El sector de la construcción de viviendas, en particular la vivienda pública, se ha convertido en el motor del empleo en el sector de la construcción. Es importante destacar el compromiso de las empresas constructoras para alcanzar la meta del gobierno de entregar 260,000 viviendas hasta el año 2026.

Sin embargo, para lograr esta meta, es imprescindible contar con el respaldo financiero de la banca. El endurecimiento de las condiciones para otorgar créditos, tanto a clientes como a empresas constructoras e inmobiliarias, sumado a la reciente indicación del Banco Central de aumentar los encajes, ha dificultado gravemente el acceso al financiamiento. Esto pone en riesgo el logro de los objetivos del Plan de Emergencia Habitacional, lo cual afectaría negativamente la situación social y el desempleo.

Además, las últimas cifras económicas muestran un panorama desafiante. La tasa de desocupación regional para Ñuble alcanzó el 9,4% en el trimestre de febrero a abril, y el índice de ventas de supermercados tuvo una caída del 12,2% en comparación con el mismo período del año anterior.

Ante esta situación, es urgente que las instituciones fiscales que contratan la ejecución de obras coordinen adecuadamente con las entidades financieras para garantizar el financiamiento de la construcción. No podemos permitir que la falta de coordinación afecte a todo un país y a las familias más vulnerables, y además perjudique a un sector económico tan importante como la construcción que entrega soluciones al país.