​De Bolsillos a Hogares: Cómo el Manejo Económico Impacta en el Déficit Habitacional

19 / 11 / 23 Por: Ricardo Salman A, Presidente CChC Chillán
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El reciente informe del Balance Habitacional para el año 2023, presentado por la Gerencia de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, nos ha dejado con algunas sorpresas. Este informe detalla los déficits de vivienda y su evolución tanto a nivel regional como nacional, calculando en la Encuesta CASEN del año 2022 y comparándola con la del año 2017. Las categorías que componen el déficit habitacional incluyen familias allegadas con hacinamiento (2.5 personas por dormitorio ), familias alegadas sin hacinamiento, pero con dificultades financieras para resolver sus problemas habitacionales, y viviendas con deterioros irreparables.

Una de las causas fundamentales del creciente déficit habitacional es el aumento del costo de las viviendas en relación con el crecimiento del ingreso real de las familias. Esta relación se ha deteriorado desde 2011, debido a diversas razones como el crecimiento de los costos de construcción, la aplicación del IVA a la construcción de viviendas, la escasez de suelo, los cambios normativos y el incremento de las tasas de interés, lo que ha Encarecido la oferta habitacional. Entre 2017 y 2022, el precio de las viviendas ha aumentado en un 36%, principalmente impulsado por un alza del 38% en los costos de edificación, explicado por un aumento del 65% en los costos de materiales y, en menor medida, por otros costos y el valor del suelo. La migración, que desde 2017 ha sumado 736.000 personas, ha agravado aún más la escasez de viviendas.

El déficit habitacional ha crecido un 13% desde 2017 hasta 2022, alcanzando las 935.000 viviendas, a las que se suman 114.000 familias que viven en campamentos y 40.000 personas en situación de calle. Aunque la política habitacional ha tenido éxito al reducir el déficit en un 34% para las familias vulnerables y un 14% para las familias de sectores medios, liberando a 60.000 familias del déficit por hacinamiento, no es suficiente por sí sola.

Un aspecto crítico para reducir el déficit es el buen manejo de la política económica. Durante este período, un mal manejo ha llevado a un aumento de 180.000 viviendas en el déficit debido a la incapacidad financiera, con un incremento del 34% en el sector vulnerable y del 165% en los sectores medios. A pesar de una reducción de 10,000 viviendas en el déficit por viviendas irreparables, la incapacidad financiera ha tenido un impacto negativo en el aumento del déficit.

En resumen, aunque la política habitacional ha tenido éxito al reducir el déficit, el mal manejo de la política económica ha contribuido al aumento del déficit, dejando a las familias en una situación peor que en 2017.

Si deseamos verdaderamente reducir el déficit habitacional, es imperativo implementar políticas que fomenten y fortalezcan la inversión, junto con un manejo adecuado de la política económica que brinde incentivos claros y reglas definidas.