Crisis Laboral en Ñuble: Un Obstáculo para las Mujeres

14 / 06 / 24 Por: Ricardo Salman A. Presidente de la CChC Ñuble
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El bajo nivel de actividad económica y crecimiento afecta negativamente, especialmente, a la tasa de participación de las mujeres en el mundo laboral. La desocupación en mujeres, con una tasa de dos dígitos, evidencia una precaria situación económica en la región de Ñuble. Esto es especialmente grave cuando también se observa una caída en la tasa de participación, es decir, el porcentaje de mujeres ocupadas y desocupadas sobre el total en edad de trabajar, que alcanza solo un 46.4%. Esta tasa disminuyó en el último mes, indicando que la gente está abandonando el mercado laboral debido al desánimo frente a las dificultades para encontrar empleo. A la par, la tasa de desocupación sigue aumentando, alcanzando un pik del 11.1% en abril. Si nos centramos en las mujeres de entre 15 y 29 años, la tasa de desocupación llega a un alarmante 24%, mientras que la tasa de desocupación total, sumando hombres y mujeres, alcanza un 9.6%, la más alta del país.

Por otro lado, la tasa de ocupación informal también sigue creciendo, llegando al 37.9%, la más alta después de la región de la Araucanía, que tiene un 38.9%. Esto deja a un número muy alto de personas sin seguridad social, alcanzando las 107,693 personas, con 23,571 desocupados y 84,122 trabajadores informales.

Hemos escuchado en estos días que el mérito de este gobierno es estabilizar la economía, refiriéndose al control de la inflación. Aunque esto puede ser cierto, considerando que también es gestión directa del Banco Central, la realidad muestra un panorama de desocupación creciente, mayor informalidad y precariedad laboral, junto a una baja participación laboral que se ha venido deprimiendo en los últimos meses. Esta situación será difícil de revertir y tomará un largo tiempo de mejoras económicas para que las personas desfavorecidas puedan encontrar trabajo. Aún estamos muy lejos de recuperar las tasas de ocupación previas a la crisis social del año 2019.

A pesar del impulso que buscan darle al empleo los altos presupuestos en inversión pública, el sector de la construcción ha visto la mayor pérdida de personas ocupadas en el último mes, seguido por el comercio y la agricultura. Esto se ha visto influido por la baja ejecución presupuestaria, principalmente del Gore, MOP y Serviu.

Lamentablemente, bajo este magro escenario económico, las mejoras que puedan significar para los trabajadores las reformas laborales como la reducción de la jornada laboral, el incremento del sueldo mínimo y la ley Karin, que entra en vigencia a partir del 1 de agosto, solo podrán verse para un nuevo y cada vez menor grupo de privilegiados: aquellos que cuentan con un empleo formal.