Copiapó: La colaboración como base de la seguridad y prevención

04 / 08 / 22 Por: Alberto Iturra, presidente Comisión de Seguridad CChC Copiapó
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Integrarse a una pequeña comunidad, sea cual sea -una empresa, organización social, vecinal, deportiva, una familia o un grupo de amigos-, permite generar una red de apoyo e impulsar, aunque sea tácitamente, el cuidado de los demás. Si nos sentimos parte de algo que nos da sentido de comunidad, que aporta a nuestra calidad de vida y nos entrega más tranquilidad en un contexto social voluble e imprevisible -podríamos poner como ejemplo los vínculos que se han armado y fortalecido espontáneamente entre vecinos para cuidarse y apoyarse por la inseguridad que se vive en nuestros barrios-, naturalmente la colaboración se transforma en una forma de abordar el día a día.

Desde esta base, que podríamos definir como piedra angular de una convivencia sana, como Cámara hemos trabajado para impulsar que estas dinámicas sociológicas y sicológicas se propicien dentro de los espacios laborales de nuestras empresas socias, para lo cual hemos establecido que es fundamental impulsar un contacto permanente entre líderes y colaboradores y, al mismo tiempo, entre todos quienes son parte de una comunidad laboral, creando una cultura de seguridad distinta, que más que en normas -que no dejan de ser importantes para poder movernos en imaginarios comunes y reglas claras que viabilicen nuestra convivencia- también se sustente en la colaboración.

Esta colaboración, por las particularidades de los espacios laborales, debe trabajarse. Cada persona es hábil en su oficio o en el área que se desempeña, como en un equipo de fútbol el arquero conoce los avatares de su puesto, el defensa debe comprender en qué momento serán más útiles sus cruces y los delanteros tienen que saber ubicarse y estar siempre cerca del gol, pero esas habilidades sólo tendrán utilidad real si se desarrollan en base a una idea común y para eso es fundamental entrenar movimientos, responsabilidades y tácticas, lo mismo pasa en las empresas.

Surge entonces la importancia de estar entrenados para generar una sintonía fina con los demás equipos de la empresa; dar instrucciones no es suficiente, debemos trabajar en concordancia como una orquesta y para eso no hay más métodos que mantenernos en forma, comunicados y entendimos sobre el rol de los compañeros, no basta con hacer cada uno su pega: lo tenemos que hacer colaborativamente y con conciencia sobre el efecto de mis acciones sobre los demás.

La prevención y seguridad, más que en índices y estadísticas, tiene que estar vinculada con la calidad de vida. Por lo mismo para poder trabajar y realizar una actividad productiva que vaya en esa línea y que ayude a proteger la salud mental, necesitamos reforzar diariamente la idea de colaboración. Hay que poner énfasis en conversar, comprender al otro, ponernos de acuerdo y trabajar mancomunadamente, en lugar de definirnos en base a la oposición o al hacer “cada uno lo suyo”.

Como dijo el principito de Antoine de Saint-Exupéry: “lo esencial es invisible a los ojos”, es decir el valor de las cosas no siempre es lo más evidente e inmediato, por lo mismo el evitar accidentes puede sostenerse de una manera mucho más eficiente si generamos estilos, modelos y posibilidades de encuentro, produciendo comunión y valoración social,
pues como empresas regionales y familias también podemos hacer un tremendo aporte en mejorar la convivencia de nuestras sociedades desde la seguridad y prevención, ya que en la división no se produce nada bueno, no hay calidad de vida, ni mucho menos bienestar.

Alberto Iturra Benavides
Presidente Comisión de Seguridad CChC Copiapó