Copiapó 2050: Una idea de futuro

Existe un prejuicio sobre las ciudades mineras (con esto me refiero a zonas que tienen como actividad económica preponderante a la minería), que dice que “son buenas para trabajar, pero no para vivir”. Es decir, que están al debe con su calidad de vida.

Este prejuicio, como la mayoría de las cosas, tiene algo de razón y algo de equivocado. La calidad de vida se puede entender como algo subjetivo, dependerá de quién es el evaluador, si se consideran aspectos objetivos o no, qué indicadores o percepciones se miden, las propias realidades o experiencias en estos lugares.

Lo que sí se puede decir con seguridad, es que la labor urbana -por lo menos en Copiapó- ha sido dejada en un segundo plano, algo que se ha reflejado dramáticamente en los aluviones del 2015 y 2017 y en materia de desarrollo en un plan regulador que no se ha actualizado en 15 años, en lo angosta que se están volviendo sus calles, en el déficit de infraestructura y viviendas, en la proliferación de tomas y en una falta de aprovechamiento desde lo urbano a las potencialidades de la ciudad y sus habitantes, por nombrar algunos ejemplos.

En este último caso, como CChC creemos que ha faltado una visión de futuro para Copiapó, una planificación a largo plazo, que dirija una labor urbana hacia objetivos claros, que deben contemplar la realidad local y sus futuras posibilidades, pero sobre todo que ponga por delante al habitante y su bienestar.

Desde esta base nace el proyecto “Copiapó 2050: una idea de futuro”, desarrollado por el ex presidente de la CChC Copiapó, Antonio Pardo, y un equipo que lo ha acompañado, que será presentado el próximo 19 de julio, en el Seminario Visión Ciudad, que además contará con una exposición del Vicepresidente Ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran. Esta será una invitación a construir, a identificar sus potencialidades y conversar sobre cómo nos vemos de cara al futuro, con el objetivo de generar un trabajo que tenga como objetivo mejorar su calidad de vida.

¿Por qué no? Ciudades eminentemente mineras, como Tucson (EE.UU.) y Perth (Australia), lo lograron, modificando su matriz productiva y morfología urbana. ¿Qué nos falta? Creemos que el Copiapó 2050, que es una mirada que debe enriquecerse con muchas visiones más, es un primer paso en este desafío.

Juan José Arroyo Díaz

Presidente CChC Copiapó