Construyamos nuevos empleos

20 / 01 / 24 Por: Omar Vargas Bahamonde, Presidente CChC Magallanes
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El 2023 fue un año complejo para la construcción: nuestros esfuerzos como sector para reactivar la economía post pandemia no fueron suficientes. La baja ejecución de obras de infraestructura y la inquietante disminución de licitaciones públicas, principalmente por la lenta actualización de presupuestos, son todavía factores que determinan el panorama actual de Magallanes.

Recordemos que la inversión pública en nuestra región es preponderante, ya que corresponde al 70% de la inversión total, por lo que cuando ésta se frena, impacta directamente en el empleo y en consecuencia en la calidad de vida de nuestros trabajadores y trabajadoras y sus familias.

La situación es preocupante. En el trimestre móvil septiembre - noviembre 2023, la construcción cayó del tercer al quinto lugar en actividad económica en Magallanes que aporta puestos de trabajo, quedando por detrás del comercio, la administración pública y defensa, el transporte y almacenamiento, y la enseñanza.

En términos concretos, en el trimestre señalado, la ocupación en el sector de la construcción a nivel regional contabiliza 7.959 trabajadores y trabajadoras, lo que significa una disminución del 16,33% respecto al mismo periodo 2022, es decir, se han perdido 1.553 puestos de trabajo en el último año.

El desempleo en nuestro sector está directamente relacionado con la baja cantidad de proyectos de infraestructura que se están llevando a cabo actualmente. Según el último Informe de Macroeconomía y Construcción (MACh), a nivel nacional, la inversión en construcción registró una caída de 4% en 2023 y para 2024 se proyecta una segunda caída consecutiva, registrando una variación de -0,4%.

Si bien es cierto, este año deberíamos experimentar una recuperación por el efecto de inversión pública -que a nivel local se encuentran principalmente en la Política de Desarrollo de Zonas Extremas (Pedze 2.0) y en el convenio MOP-GORE- aún persiste un escenario económico negativo que obstaculiza y ralentiza inversiones privadas, tanto en materia de vivienda como de infraestructura.

Nuestra convicción es que este panorama se puede revertir. La construcción tiene potencial para crear trabajo y ser el motor del crecimiento económico, como lo ha sido históricamente. Sin embargo, no podemos hacerlo solos. Hoy es clave reforzar la alianza público-privada, no solo entre las empresas y las entidades públicas, sino entre todos los actores que tienen la posibilidad de crear condiciones que ayuden a crecer y a responder a las necesidades y expectativas de los magallánicos.

Está en nuestro ADN trabajar duro y construir, y por eso en septiembre presentamos como gremio 25 medidas para impulsar la reactivación, el crecimiento y el empleo. Con estas propuestas buscamos construir nuevos puestos de trabajo, nuevas oportunidades, obras que resuelvan necesidades urgentes y que lleguen a los territorios donde son requeridas.

Impulsar la inversión y elevar el crecimiento debe ser una causa transversal, que convoque a los actores del sector público, del mundo privado, de las organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad. Y, así, entre todos, estaremos construyendo una mejor región.