Autocuidado: la clave para el resguardo y seguridad de las personas

16 / 02 / 16
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Hoy en día se ha vuelto habitual oír hablar o argumentar a título personal sobre "mis" derechos, y sobre cómo tal o cual acción nos beneficia o nos atañe en forma directa. Generalmente y cuando determinada acción nos beneficia, tendemos a celebrar este "logro" como propio; pero si por el contrario, nos causa algún inconveniente, le enrostramos la responsabilidad a otros.

Es en este punto en el que me quisiera detener. Si bien existen acciones de terceros que evidentemente nos pueden causar daños directos, hay oportunidades en las por varias razones, nosotros mismo adoptamos conductas en las que nos ponemos en riesgo. Aquí cobra sentido lo que se denomina como autocuidado, -que no significa circular en auto con cuidado-, sino asimilar que desde la individualidad debemos adoptar conductas seguras y de responsabilidad personal para nuestro resguardo y para quienes nos rodean.

A lo largo de nuestra vidas nos vemos ante la necesidad de tomar miles de decisiones. En contextos determinados, evaluamos y establecemos un proceso lo que termina en una acción determinada, pensando siempre que es la acertada. Esta manera de actuar es la que muchas veces, incluso cuando se logra el objetivo final, no condice con el resguardo de nosotros mismos. Y es que desde que nos levantamos, los riesgos están siempre a nuestro lado.

Como gremio y en especial como Comité de Seguridad de la CChC Osorno recordamos constantemente a trabajadores de la construcción y comunidad en general que una de las claves para vivir más tranquilo está en nosotros mismos, entendiendo que la prudencia personal es fundamental para el resguardo de nuestra integridad. Aún contando con la facultad para decidir el cómo vivir, no está demás instar a que optemos por nuestro cuidado personal, ya que a la fecha, no existen repuestos para nuestro organismo, ni en los supermercados, ni en los hospitales.

Está claro que el autocuidado, más que una serie de "pasos" que aprender, implica un cambio de actitud y de comportamiento. Las estrategias y técnicas de autocuidado no necesariamente se aprenden desde los libros o a través de talleres, también hay recursos con los que contamos como seres humanos, tales como la conciencia corporal, mental y emocional, que son las que a la larga nos van guiando por el camino correcto. La reflexión, la conexión con las emociones, la toma de conciencia y el auto análisis sobre la manera cómo nos enfrentemos a los riegos diarios hacen del autocuidado un modo de vivir la vida.

En nuestro gremio, el autocuidado se ha ido posicionando paulatinamente en el quehacer diario de las empresas socias, las que de a poco han volcado hacia una cultura preventiva, en el entendido que cuando este concepto se internaliza adecuadamente en la organización, la valoración de las personas hacia sí mismas es evidentemente mayor.

Roberto Matus Reyes

Presidente Comisión de Seguridad CChC Osorno