Reconstrucción focalizada en la calidad de vida

A casi un mes y medio del 25M, aún sentimos sus efectos en Atacama. Aunque las calles se ven más despejadas, las esquirlas de esta tragedia seguirán impactando a nuestra región, desde lo laboral, económico y en términos de infraestructura y vivienda. El nivel de daño ha sido mayúsculo en estas áreas, por lo que, para volver a levantarnos, necesitaremos del apoyo y compromiso de todos.

En el caso de la construcción de viviendas e infraestructura pública dañada, estas labores, que deben tener un mix entre calidad y tiempo –pues existen urgencias-, tienen que estar inmersas dentro de criterios urbanísticos. Quiero decir con esto, que el trabajar en el contexto de planes maestros, que le den orden al crecimiento de las ciudades y proyecten su territorio pensando en el largo plazo, será fundamental.

De paso, se debe proteger a la comunidad, con instrumentos de planificación que integren lo sucedido el 25 de marzo, demarcando áreas de riesgo y zonas de inundación, que sean respetadas y fiscalizadas. Esta dinámica que debe tener el proceso de reconstrucción, no sólo permitirá actualizar Planes Reguladores muy descontextualizados con la realidad de nuestras ciudades -incluso antes de la catástrofe-, sino que permitirá dar un orden necesario para que las urbes crezcan –de acuerdo a sus características- orgánicamente.

En este sentido, será importante revisar los actuales mecanismos de promulgación de estos instrumentos, pues sus tiempos no están en sintonía con el crecimiento de las ciudades y, por tanto, con las necesidades de sus habitantes. Y hoy, dado este escenario, tienen una urgencia mayor en ser actualizados.

Asimismo, se debe destacar que hay ejemplos de que la reconstrucción puede ser un proceso exitoso. Según el Índice de Calidad de Vida Urbana –ICVU-, estudio realizado por la Universidad Católica y la CChC, que mide variables objetivas y cuantificables en 93 comunas de Chile, las zonas que más aumentaron su calidad de vida urbana en los últimos años fueron justamente las que vivieron el 27F.

Un ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien y de que la focalización de los esfuerzos deben estar puestos en una correcta planificación y en obras que, además de ir en beneficio de las personas, reconozcan las características del entorno que se está interviniendo.

Yerko Villela Lopizic

Presidente CChC Copiapó