25 medidas pro reactivación y crecimiento

04 / 12 / 23
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Por: Juan Pablo Hinojosa, presidente CChC Atacama

La colaboración, como lo hemos venido repitiendo a nivel público durante los últimos años, se hace más necesaria que nunca para abordar el difícil momento económico que vive el país, evidenciado en los índices de empleo y la caída de las inversiones. Más aún en una actividad que es fundamental, no sólo desde un punto de vista productivo, sino que también íntimamente ligada a la calidad de vida, como es la construcción, y que es clave para un desarrollo sostenible en Atacama.

Por lo mismo, como CChC, y a lo largo de todo el país, estamos presentando 25 medidas pro crecimiento, donde se integran propuestas que nacieron desde las regiones, y que son una serie de acciones de corto, mediano y largo plazo, con el objetivo de destrabar nudos críticos y poder reactivar la economía, las que permitirán recuperar el empleo perdido en el sector -se calcula que hay unos 80 mil puestos de trabajo menos que antes de la pandemia a nivel nacional- y facilitar el acceso de las personas tanto a la vivienda como a la infraestructura que necesitan.

Estas propuestas, también, darán sostenibilidad a empresas constructoras regionales, en su mayoría pymes, y que son las que construyen las obras públicas, algunas largamente esperadas por la comunidad, fomentando la consolidación de ecosistemas productivos regionales. Por lo mismo, están incluidas en estas medidas, por ejemplo, las modificaciones al reglamento de contratistas del Ministerio de Obras Públicas (DS75), muchas de las cuales surgieron desde Atacama y que en parte ya están operativas, dando la posibilidad de que empresas de menor tamaño puedan optar a proyectos de mayor envergadura, lo que también tendrá incidencia en el empleo local.

La construcción es la segunda actividad más relevante en el PIB regional, después de la minería, genera miles de oportunidades laborales y además obras que son una inyección directa al bienestar de las familias. Por lo mismo estas medidas van en línea con la realización de acuerdos transversales, buscan disminuir la excesiva permisología, asegurar condiciones básicas para las personas, potenciar estrategias locales y, especialmente, fortalecer a la colaboración como base de un desarrollo sostenible.