San Gotardo: Símbolo de productividad en construcción

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Suiza construyó el túnel más largo y profundo del mundo sin apartarse de los plazos ni los costos estimados, y consiguiendo que ninguno de los 300 permisos necesarios fuese rechazado. ¿La clave para ese ejemplo de productividad? La planificación y los documentos técnicos.

Los Alpes suizos cubren más del 60% de la superficie de ese país, y son reconocidos como uno de los grandes destinos turísticos del mundo.

A mediados de 2016, esta zona acaparó la atención de todo el mundo por la inauguración del Túnel Base de San Gotardo, que cruza los Alpes bajo el monte del mismo nombre, y que se convirtió en el túnel más largo y profundo del mundo con 57,1 kilómetros de extensión y 2.300 metros de profundidad.

Con estas dimensiones, esta obra de ingeniería desplazó al segundo lugar al túnel de Seikan, en Japón, que desde 1988 era el más largo del planeta con 53,9 kilómetros.

El nuevo túnel es parte del corredor ferroviario que une Rotterdam (Países Bajos) con Génova (Italia) y surgió en 1999 por iniciativa del gobierno suizo con el objetivo de mejorar la conectividad de los habitantes y el transporte de carga en sentido norte-sur por el país, conectado las ciudades de Erstfeld y Bodio, así como con el resto de Europa.

En esta misma línea, también se buscaba ofrecer una alternativa de transporte que permitiera manejar los flujos de tráfico en este sector y en las áreas cercanas de sus países vecinos donde la congestión vehicular ya era un problema.

El diseño se materializó en dos túneles, uno en cada sentido, además de una vía de emergencia para los trenes de alta velocidad.

El desarrollo de la primera fase tomó 17 años, requirió de una inversión de US$12.500 millones y tuvo un récord para una obra de este tipo: de los 300 permisos de construcción que se presentaron, ninguno fue rechazado por las autoridades. Y pese a la complejidad del proyecto, no hubo grandes retrasos ni falla en los cálculos de costos. ¿La clave? Según Dieter Schwank, CEO de AlpTransit Gotthard Ltd., la calidad de la planificación y de los documentos.

Por sus 290 kilómetros de vías circulan diariamente 325 trenes -65 para pasajeros y 260 para carga- que lo hacen a una velocidad máxima de 260 km/h, por lo que los tiempos de viaje se han reducido considerablemente.  

Producto de esto y a poco más de un año de su puesta en marcha, ya existe una segunda etapa con miras a 2020. Ésta comprende trazar una ruta hacia Italia que permita viajar entre Zúrich y Milán en 2 horas y media, una menos que en la actualidad.