Más de 1000 personas privadas de libertad se han capacitado en oficios de la construcción

08 / 08 / 16
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* El primer semestre de este año, 38 beneficiarios recibieron su certificación en Santiago que les permitirá desarrollar una labor en el ámbito de la construcción. 

Cada año el Programa Cimientos, cofinanciado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), y ejecutado por la Corporación Cimientos, impulsa a un grupo de personas privadas de libertad en su reinserción social mediante capacitación en oficios en el sector de la construcción. Desde 2009, esta iniciativa ha capacitado a más de 1071 personas en algún oficio de la construcción antes de cumplir su pena, logrando que más de un 70% de ellos se inserte en el mundo laboral.

El programa Cimientos se desarrolla con la colaboración de Gendarmería de Chile y a través de un equipo psicosocial que la Corporación Cimientos cuenta en Santiago, Arica, Antofagasta, Valparaíso, Rancagua, Chillán y Concepción. Su objetivo es generar la inserción socio- laboral de personas privadas de libertad o que lo han estado, desarrollando módulos de apresto laboral, capacitación en oficios y acompañamiento psicosocial a los beneficiarios del programa. Las etapas del proceso son cuatro en un período aproximado de seis meses:

1. Proceso de selección. Se desarrolla una evaluación psicosocial desde el programa Cimientos luego de una preselección realizada por los profesionales de Gendarmería.
2. Habilitación Laboral. Es el proceso de apresto laboral enfocado al desarrollo de competencias blandas y conductas deseables para la inserción laboral.
3. Capacitación en oficio de la construcción. Los beneficiarios adquieren conocimientos propios del oficio de la construcción a través de la participación en cursos realizados por un organismo técnico de capacitación.
4. Inserción laboral y seguimiento. Los beneficiarios son insertos principalmente en empresas constructoras socias de la Cámara Chilena de la Construcción que quieran darles la oportunidad de desarrollarse laboralmente. Este proceso es bajo el seguimiento y supervisión de un equipo compuesto por un psicólogo y trabajador social quienes realizan un monitoreo constante durante los tres primeros meses de trabajo.

El programa Cimientos lleva ocho años de implementación, entregando soporte psicológico a los familiares de los beneficiados para que ellos cuenten con las herramientas adecuadas y de esta manera puedan entregar contención al momento de reinsertarse en la sociedad. Según, Luis Hernán González, presidente de la Corporación Cimientos, “esta iniciativa es un ejemplo de una alianza público privada exitosa que ha dado resultados concretos en la reinserción de infractores de ley,
implementando un modelo que asegura un alto porcentaje de éxito con un fuerte foco en el acompañamiento durante los primeros meses de trabajo de los beneficiarios”.

Más de 30 empresas socias de la CChC han apoyado la iniciativa a nivel nacional, permitiendo el desarrollo laboral de personas privadas de libertad. El administrador de obras de la empresa Avellaneda Alejandro Ponsot, señala que les interesa seguir participando de esta iniciativa, pues les ha permitido incrementar su productividad de trabajo, significando un “30% más en nuestro programa de obra”. Así es como empresas como Avellaneda buscan colaborar con el plan Cimientos, pues aseguran que la motivación y compromiso de estos trabajadores es de excelencia.

Para el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Jorge Mas, “el Programa Cimientos es una muestra concreta del aporte que realizan los empresarios de la construcción en materia social y del compromiso que mantienen con el progreso integral del país, dándole oportunidades reales de desarrollo a personas que necesitan una mano para reinsertarse en la sociedad”.

Con esto, el proceso de apresto laboral busca generar un desarrollo de competencias blandas y conductas deseables para la inserción laboral, junto con la capacitación en un oficio de la construcción, lo que ha permitido que un 70% de las personas privadas de libertad que forman parte de la iniciativa, logren insertarse laboralmente.

En Santiago, un total de 38 personas privadas de libertad acaban de terminar su proceso de capacitación y ahora comenzará su etapa de reinserción laboral. El programa, seguirá su ejecución el segundo semestre, entregando más oportunidades laborales.