“La implementación de la reforma tributaria quita recursos a las empresas, que ya no estarán disponibles para asumir los costos que significan las reformas laboral y previsional”

03 / 03 / 23
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  • La reforma elevará la carga tributaria de los dueños (socios y accionistas) de grandes empresas. Situación que afecta al 2% de las empresas de la construcción que crean el 53% del empleo sectorial. Y a 19 mil PYMES que emplean a 300 mil personas dado que sus ventas superan las 75 mil UF por año.

Durante un encuentro con medios de comunicación el Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Chillán, Ricardo Salman Aburdene, analizó los distintos cambios que busca la reforma tributaria y que afectan gravemente a la industria de la construcción como es elevar la carga tributaria de los dueños (socios y accionistas) de grandes empresas. Con un mayor impuesto se desincentiva la inversión. Las grandes empresas, las cuales son solamente el 2% del total, son responsables del 53% del empleo sectorial, aproximadamente 390 mil trabajadores, se puede ver afectado directamente si estas empresas invierten menos. Si cayera en este segmento la inversión un 10% estaríamos hablando de 39 mil puestos menos de trabajo. Por otro lado, cerca de 19 mil pymes que emplean a 300 mil personas en el país también se verán afectadas, puesto que sus ventas superan las 75.000 Uf por año, lo que les impedirá acogerse al régimen tributario especial. Y con ello estrechando su caja, los resultados y utilidades del ejercicio, y las posibilidades de poder reinvertir y generar empleo”, sostuvo Salman.

Otro gran problema que ve el líder del gremio en la región del Ñuble es en la implementación de la reforma tributaria puesto que “quita recursos a las empresas, que ya no estarán disponibles para asumir los costos que significan las reformas laboral y previsional, significando esto que se pueda ver muy afectado el empleo tanto de las pymes como de las grandes empresas, precarizando la situación laboral de los trabajadores, llevándolos al empleo informal o por cuenta propia, carentes de protección social”.

La reforma tampoco se hace cargo de las diferencias de cada sector, por ejemplo la limitación al uso de pérdidas tributarias, en tanto, desconoce que en la industria las empresas suelen incurrir en pérdidas al inicio de los proyectos, obteniendo ingresos al terminar su construcción. De aplicarse esta medida, caerá la rentabilidad y la competencia en el sector, ya que serán empresas de mayor tamaño las que concentren los nuevos proyectos, perjudicando a miles de pymes.

Un ejemplo de ello es que para inversiones que requieren de varios años para poder ejecutarse, para la ocasión en que llegan los ingresos por venta, no se podrá llevar en ese mismo ejercicio todos sus costos a gasto, por ello se va pudiendo llevar solamente el 50% y con ello la utilidad se va a inflar artificialmente pagando impuestos por utilidades inexistentes, por lo tanto, además de pagar una tasa alta de impuestos, se estaría pagando por algo que no corresponde. Se pierde equidad y el Fisco pasa a ser un socio en las utilidades y ya no en las pérdidas. Con esta medida cae la rentabilidad de los proyectos, y con ello la oferta de bienes, la inversión y el empleo” explicó Salman.

Efecto en vivienda

El gremio de la Construcción hace hincapié además en como afectará la restricción de beneficios a viviendas DFL-2, que hoy favorecen a personas naturales con hasta dos unidades. Con la eliminación del incentivo del DFL-2 para los compradores de viviendas, que hoy día está limitado a dos viviendas, en donde sus ingresos quedarán gravados con el global complementario de impuesto a la renta. Ya no será un incentivo para el ahorro de las familias y capitalicen en bienes raíces colocando viviendas disponibles en arriendo y sea un activo para su jubilación en el largo plazo. Los compradores de viviendas para arriendo pueden llegar a ser un 40% en un proyecto, si esto lo llevamos a la construcción anual de viviendas (50mil), estamos hablando de 20 mil viviendas que eventualmente podrían no estar cada año disponibles como oferta de arriendo nueva, agravando la escasez y el déficit habitacional”, sentenció el presidente la CChC Chillán, Ricardo Salman.

Crecimiento económico

Para el líder gremial, la mejor manera de generar ingresos tributarios es a través del crecimiento económico y de la inversión, “un crecimiento del 5% de la inversión, incrementa el PIB en un 1%, a su vez la recaudación fiscal en un 1%, con un efecto multiplicador en el empleo, creciendo un 2%. Esto es un círculo virtuoso. No generamos un crecimiento en la recaudación tributaria con un efecto negativo en la inversión como lo produce esta reforma tributaria. De hecho un 80% del crecimiento en la recaudación tributaria se explica históricamente por el crecimiento económico”, afirmó Salman.

Propuesta de la Cámara Chilena de la Construcción

El gremio establece las siguientes medidas para trabajar de manera colaborativa con el Gobierno y las autoridades para avanzar hacia un sistema tributario que ayude a resolver los problemas de hoy y a avanzar hacia un futuro mejor:

  1. Generar condiciones básicas para las personas y las inversiones: como el pago y puesta al día de todos los compromisos públicos y de empresas públicas atrasados.
  2. Estabilidad Regulatoria: cerrar, a partir de consensos amplios los debates en curso sobre reformas constitucional, tributaria, laboral y previsional.
  3. Modernización del Estado: Chile es un país OCDE que presenta mayores niveles de complejidad regulatoria. La tramitología y el incumplimiento de plazos ahoga la inversión.
  4. Certeza jurídica: Proyecto que cumpla las reglas debe tener la certeza de que podrá ejecutarse sin inconvenientes. Pero esa certeza se ha debilitado gravemente.
  5. Incentivos Tributarios a la inversión: implementar pactos de invariabilidad tributaria, por un plazo mínimo de 10 años, que den estabilidad en esta materia a quienes deseen invertir en Chile.
  6. Mejorar sistema de contratación pública: presenta problemas estructurales, que se han arrastrado por años, que afectan al estado, a empresas contratistas y al interés público.
  7. Infraestructura pública de largo plazo: No existe planificación que tenga continuidad entre un gobierno y otro, lo que genera un grave desperdicio de recursos y de atracción de inversiones.
  8. Y, finalmente, actualizar nuestra planificación urbana, actualmente obsoleta y sin una visión sostenible de nuestras ciudades. Los planes reguladores comunales tienen una antigüedad promedio de 20 años.