José Saldivia, trabajador con discapacidad: “Me siento feliz porque aporto a mi país”

25 / 06 / 19
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A paso lento y con una gran sonrisa en el rostro, José Saldivia llega todos los días a la obra Jardín de la Patagonia VI, en el sector poniente de Punta Arenas. Saluda a todos sus compañeros alegremente y se dispone a cumplir sus labores: está encargado del casino y del aseo en la faena de la empresa constructora Socovesa.

Saldivia entró al sector de la construcción sólo hace un año, beneficiándose de la Ley de Inclusión Laboral, la cual establece que las empresas que tengan más de cien colaboradores deben tener entre sus filas un 1% de trabajadores con algún tipo de discapacidad o con pensión de invalidez.

“En 1989 tuve un accidente: por defender a un vecino me dieron dos puñaladas en la espalda. Por eso ahora tengo un 66% de discapacidad en la pierna izquierda. Cuando buscaba trabajo, me veían caminar y no me dejaban. Acá llegué y me contrataron inmediatamente. Estoy agradecido porque desde el primer día todos me han tratado muy bien”, explicó Saldivia.

A sus 61 años, José siente que la obra Jardín de la Patagonia VI es su segunda casa, porque la cooperación está presente en el equipo de trabajo. “El invierno pasado fue duro, pero con la ayuda de mis compañeros salí adelante. Cada vez que me ven trasportando algo pesado me ayudan, o si ven que hay algo que no puedo hacer, me envían gente para que yo lo supervise”, dice.

Cumple el mismo horario que todos los trabajadores y siempre ha destacado por su gran voluntad para realizar todo tipo de labores. “Me preocupo de que todo esté limpio y ordenado, que todos almuercen en un buen lugar. Como padre y abuelo, siempre es bueno aportar en la casa. En mi caso, yo me siento feliz, no sólo porque aporto a mi familia, sino que también a mi país, con un granito de arena”, asegura sonriente José Saldivia.

Sin prejuicios

Andrea Méndez, ingeniera en prevención de riesgos de Socovesa, se emociona al hablar de José Saldivia. Cuenta que es uno de los trabajadores más queridos, dado que con su esfuerzo da un gran ejemplo para todos sus compañeros de obra.

“La Ley de Inclusión Laboral tiene una base muy linda. Estas personas son muy comprometidas con su trabajo, tienen un gran sentido de responsabilidad, se sienten valorados y te entregan un afecto incondicional. Don José siempre llega con una sonrisa enorme, tiene una gran voluntad, y rinde al máximo. Esto nos hace preguntarnos por qué nosotros, que estamos bien físicamente, no somos así. Por eso estas personas son un ejemplo para todos”, dice Méndez.

Muchas compañías del sector de la construcción creen que es complejo cumplir con la normativa legal, pero desde Socovesa, empresa socia de la Cámara Chilena de la Construcción, afirman que no lo es.

“No es difícil hacer cumplir con la Ley de Inclusión en nuestro rubro. Lo que sí hay que tomar en cuenta es el lugar de trabajo, dado que dentro de las obras hay riesgos, pero si se toman las medidas necesarias y los compañeros ayudan, no hay problema. El desafío está cuando ingresa una persona con discapacidad; recién ahí podemos decir si es complejo o no. Al principio hay temor, preguntas de dónde ubicarlo, pero es el mismo trabajador que dice dónde se siente cómodo y puede servir. Los prevencionistas de riesgos primero tenemos que conocer a la persona y después decidir dónde podemos darle trabajo”, concluye Méndez.

Ley de Inclusión en el sector de la construcción

La Cámara Chilena de la Construcción, en colaboración con la Mutual de Seguridad, desarrolló durante el año 2018 un completo diagnóstico y análisis en 30 empresas socias y 1.300 de sus colaboradores distribuidos en siete regiones de Chile, para elaborar la “Guía de Inclusión Laboral de personas con Discapacidad en el rubro de la construcción”.

El documento sugiere una secuencia de acciones que pueden realizar las empresas constructoras en el proceso de creación de una política de diversidad e inclusión y un modelo de gestión:

  • Dialogar sobre el significado de la inclusión: Se recomienda efectuar instancias de conversación abiertas respecto al verdadero significado de la inclusión dentro de la empresa, incluyendo aspectos positivos y aprendizajes.
  • Identificar las buenas prácticas dentro de la empresa y replicarlas: Se recomienda que se definan y expliciten los ámbitos y alcances de las prácticas de inclusión dentro de la empresa, así como las implicancias para sus colaboradores.
  • Formalizar la política en un documento visible: A partir de las conclusiones de los sucesivos encuentros, será posible elaborar un breve documento que contenga la política de inclusión laboral para personas con discapacidad.
  • Difusión interna: Se sugiere dar a conocer las acciones concretas que puedan efectuar los colaboradores.
  • Institucionalizar las políticas a diversos procesos: Es crucial que la política se vincule formalmente a los procesos de selección, reclutamiento y desarrollo profesional de las personas con discapacidad.
  • Capacitar a equipos claves: Se recomienda que realicen curso en línea diseñado por la Mutual de Seguridad de la CChC y repliquen tales contenidos en las instancias semanales dentro de cada obra.
  • Formar Monitores de Inclusión laboral: Formación de trabajadores en diversas áreas de desempeño en la empresa para realizar procesos de inducción, acogida y acompañamiento inicial de trabajadores con discapacidad, etc.

Nota publicada en la sexta edición de Magallanes Construye.