Guzmán y Larraín se compromete con la sostenibilidad en el sector de la construcción adhiriéndose al Acuerdo de Producción Limpia (APL)

02 / 11 / 23
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Guzmán y Larraín, empresa inmobiliaria y constructora con más de cuatro décadas de experiencia en la industria y que ha logrado posicionarse como líder a nivel nacional e internacional, anuncia su adhesión al Acuerdo de Producción Limpia (APL) de la construcción, demostrando un firme compromiso con la sostenibilidad y la implementación de prácticas más limpias y eficientes en su actividad.

En entrevista exclusiva, Alejandro Flores Miranda, ingeniero civil y administrador de obras con más de dos décadas de experiencia en la empresa, destacó la iniciativa que tuvo la compañía en cuanto a abordar la problemática de los residuos en el proceso de construcción, compartiendo detalles sobre cómo la empresa tomó conocimiento del APL y su compromiso con este acuerdo.

Guzmán y Larraín es una empresa familiar con un sólido historial en proyectos inmobiliarios. En los últimos cinco años, ha ampliado su enfoque hacia proyectos sociales en colaboración con el Servicio de Vivienda y Urbanismo -Serviu-, centrando sus esfuerzos en el norte de Chile: Arica, Iquique, Antofagasta, Calama, Mejillones y Taltal son sus principales puntos de operaciones. Al respecto, Flores destacó: “Esta expansión sin duda requiere ir acorde a las necesidades actuales realizando adaptaciones hacia procesos más eficientes y sostenibles, parte de las razones que motivaron a la empresa a considerar su participación en el APL”.

En cuanto al proceso de adhesión al APL dijo: “Recientemente la empresa ha tenido una participación muy activa en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), participando en diversas reuniones para abordar problemáticas relevantes con respecto a temas relacionados con electricidad, gestión de residuos de la construcción (RCD) y cumplimiento de la normativa ambiental en materia de ruido. La relación sistemática con Marcela Torres, presidenta de la CChC de Antofagasta y gestora del APL, y una visita a Santiago para explorar soluciones de construcción sostenible, catalizaron la decisión de adherirnos al APL y así poder avanzar hacia una producción más limpia reconociendo que finalmente, no solo estas problemáticas eran comunes entre las empresas, sino también las ganas y la motivación por trabajar en conjunto hacia una mejora continua”.

En lo que respecta al trabajo que se está realizando actualmente en Guzmán y Larraín, resaltó el esfuerzo de todo el equipo por lograr la reducción de los niveles de residuos en las obras, partiendo por la medición de escombros (según datos de Flores, se encuentran actualmente por debajo del margen de 0,30 metros cúbicos establecido por la CChC), para posteriormente segregarlos y darles una segunda vida. Es en esta etapa donde se han planteado un reto: buscar socios estratégicos, establecer alianzas e indagar en cuanto a alternativas locales para evitar generar gastos de transporte.

Con base en su experiencia, Flores enfatizó en la importancia que está dando la empresa a trabajar en la cultura interna, señalando que la gestión de residuos debe ser un compromiso transversal, que involucre a todas las áreas de la compañía, desde la alta dirección hasta los trabajadores en las obras, ya que compartiendo un compromiso común les será más fácil a todos internalizar estos conceptos. Además, subrayó que la capacitación de los trabajadores desempeña un papel clave en la implementación exitosa de prácticas sostenibles en la compañía. “El hecho de que los trabajadores desde el nivel superior hasta quienes se encuentran en la línea directa de producción lleguen a tener pleno conocimiento del manejo de los residuos representará una gran fortaleza para la organización, al mantenerla alineada y avanzando hacia la sostenibilidad”, indicó.

Actualmente, Guzmán y Larraín se encuentra en las primeras etapas de implementación del APL, que comienza por el Proyecto Las Vicuñas de Antofagasta -ubicado en Pedro Aguirre Cerda-, dirigiéndose inicialmente a medir sus avances en los distintos desafíos que les plantea este Acuerdo; respondiendo y trabajando en conjunto con el equipo de la CChC en lo que refiere a la Producción Limpia.

Además, también se encuentran en una búsqueda de alianzas estratégicas, explorando opciones para la gestión y reciclaje de materiales de construcción ya que el objetivo principal es reducir significativamente la generación de residuos y establecer una red de contactos eficiente para su gestión constante.

A través de este compromiso con la sostenibilidad, plantea que su objetivo es ambicioso: buscan no solo reducir la huella de carbono de la empresa, sino también inspirar un cambio en la cultura de la construcción en toda la región. Guzmán y Larraín se esfuerza por seguir siendo una compañía líder en el norte de Chile y ahora demostrando con hechos concretos y con mediciones que están avanzando en la implementación de prácticas limpias y eficientes en la construcción, lo que beneficiará no solo a la empresa, sino también al medio ambiente de Antofagasta y a la comunidad en general.