El presente y futuro del gremio tras un nuevo aniversario

En los próximos días encabezaré con orgullo la conmemoración del aniversario N°32 de nuestra querida Cámara Chilena de la Construcción Coyhaique, entidad gremial que nace un 17 de mayo del año 1988 de la mano de un puñado de emprendedores con grandes sueños, con espíritu de levantar y ver crecer a esta hermosa región distinguida en Chile y el mundo. Hoy, somos más de 40 asociados que representan a empresas constructoras, proveedoras, de servicios y profesionales del área, quienes han manifestado durante años su compromiso con la Cámara.

Sin embargo, estamos muy conscientes de que no son tiempos de celebración, por lo mismo nuestro aniversario será extraordinariamente distinto en comparación a los de años anteriores, decisión que se ajusta a la realidad país y planetaria de mantener el distanciamiento social, ya que en momentos como estos el llamado es al autocuidado, a la unidad y a pensar que prontamente volveremos a ponernos de pie para hacer frente a los coletazos que dejará la pandemia de coronavirus.

Bajo esa consigna es que, como gremio, y en un nuevo año de vida, lo que significa también nuevos desafíos, debemos ser capaces de instalar nuestro mensaje: lograr que la opinión pública nos perciba como agentes propositivos y valorice el impacto de la industria de la construcción en las comunidades y ciudades, poniendo siempre por delante la seguridad de nuestros trabajadores junto con el crecimiento sostenible del sector.

Sin ir más lejos un hecho que refrenda el alto sentido de bienestar que compartimos para con nuestros colaboradores se registró en octubre pasado cuando irrumpió el movimiento social, coyuntura que amenazó con desacelerar el ritmo de trabajo, no obstante, una de las primeras iniciativas que se desarrolló como Cámara fue sentarnos a conversar con los trabajadores sobre temas de seguridad, así mismo para escuchar sus inquietudes, a fin de canalizar sus necesidades y encontrar puntos de encuentro.

Pues ahora, en tiempos de pandemia, el compromiso de nosotros está en proteger la integridad de ellos, con el objetivo de mantener la actividad y las obras en la medida de lo posible, cumpliendo un estricto plan de acción visado por la autoridad sanitaria, porque entendemos que cualquier paralización de faena afectará directamente el bolsillo del trabajador y de su círculo más cercano.

Por consiguiente, y aunque sepamos que inevitablemente se registrará un alza en la cesantía, es de suma importancia cuidar la fuente laboral de nuestros colaboradores, para que estos tengan el sustento económico suficiente para poder cubrir sus gastos de primera necesidad.

En esa línea, quisiera ser majadero y hacer el punto de que el foco está en cuidar la salud de nuestros trabajadores, ya que son ellos los protagonistas de nuestra industria, en consecuencia, hemos tomado todas las medidas necesarias para que el lugar de trabajo donde desempeñan sus labores sea un espacio completamente seguro. De hecho, como Cámara estamos llevando a cabo una campaña que promueve a las empresas socias asumir el compromiso protocolo sanitario en obras, faenas y centros de trabajo.

Así, marcamos la diferencia en contextos de crisis, pero muy por el contrario no es una responsabilidad única y exclusivamente de nuestro gremio, sino que es tarea de todos. Con esto, me refiero a cumplir con las recomendaciones y directrices que emana la autoridad y no aprovecharse de las circunstancias para sacar dividendos políticos, ya que ese tipo de actitudes generan más caos que soluciones.

En esa dirección, la misión del gremio es que la comunidad nos vea como sus aliados, que concientice que la actividad económica que genera la industria es parte importante del crecimiento regional, que la infraestructura es esencial para lograr el desarrollo tan anhelado de la región.

Sumado a ello, resaltar que esta actividad une ciudades, conecta personas, construye hospitales, construye escuelas, habilita y mejora espacios públicos, vale decir, estamos comprometidos en concretar obras e infraestructuras que mejoren significativamente la calidad de vida de los habitantes de la región de Aysén.

En otro punto, que tiene relación con las demandas sociales, la Cámara regional tiene particularmente un desafío pendiente: acercarnos más a las comunidades, respondiendo a sus demandas y problemáticas. Si bien es cierto tenemos muy buena relación con las autoridades, debemos vincularnos más con la sociedad civil, conversar con sus representantes y aportar a las soluciones de manera de elaborar una hoja de ruta para ir creando ciudad y región.

Respecto a la proyección de la Cámara de cara a los próximos años, queremos ser decididamente un aporte al crecimiento y desarrollo de las ciudades de una forma armónica, así como también que esta vaya en línea con una orientación clara para potenciar el turismo, transformándolo en un sello regional.

Para tal efecto, queremos que las ciudades tengan las instalaciones y los circuitos turísticos necesarios para que el turista cuando visite nuestros atractivos naturales se lleve la mejor experiencia de la Patagonia, con el objetivo de que vuelva a pisar nuestra tierra y recomiende la región en el mundo. Esto último, debe ir acompañado por cierto de una buena estrategia de planificación urbana, de modo tal que las localidades se vayan desarrollando de manera ordenada.

En resumen, somos un gremio convencido del impacto que tenemos en la región de Aysén. Somos las manos que construyen Chile, buscando siempre avanzar hacia una región con mejores oportunidades, mejor conectividad y mejor calidad de vida. Por eso y mucho más: ¡Feliz Aniversario Cámara Chilena de la Construcción Coyhaique!