Copiapó fue sede de Jornada de Directivos Regionales

Con gran éxito concluyó la 47ª Jornada de Directivos Regionales de la CChC que se llevó a cabo los días 2 y 3 de junio en la ciudad de Copiapó.

La actividad permitió profundizar los objetivos estratégicos del gremio abordando problemáticas comunes a nivel nacional y definiendo planes de trabajo de mediano y largo plazo para cumplir dichos objetivos.

“Que el gremio represente a los empresarios de la construcción de Arica a Punta Arenas y que a través de él se expresen y actúen de forma cohesionada, es clave para lograr los niveles de influencia a que aspiramos”, manifestó Sergio Torretti, presidente en ejercicio de la CChC y quien lideró la jornada.

Durante los dos días, los más de cien directivos participantes abordaron temas como descentralización, institucionalidad, desafíos en materia de infraestructura y estrategias de socialización, entre otros. En el caso de la CChC Concepción, participaron el presidente de la sede, Francisco Espinoza, y los vicepresidentes, Manuel Durán y Julio Benito, además de la gerente regional, Gabriela Tamm.

Cabe señalar que la Jornada de Directivos Regionales incluyó un interesante seminario en que se expuso el informe “Infraestructura Crítica para el Desarrollo”, dado a conocer recientemente por la CChC, y que contó con la participación de destacados expertos y del intendente de la Región de Atacama, Miguel Vargas.

Dicho informe estimó en US$ 151.417 millones la inversión requerida para evitar que aumenten los déficits a nivel nacional en esta área, en el período 2016-2025. 

Durante este seminario expuso la ex subsecretaria de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, y el director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales, Louis de Grange. Ambos pusieron énfasis en la relevancia de los medios de transporte, de modo que estén en concordancia con las necesidades sociales y de movilidad de los habitantes de las regiones.

En la jornada el gremio propuso seis medidas para que se materialicen las inversiones requeridas en materia de infraestructura: identificar con anticipación proyectos críticos o complejos, invertir adecuadamente en estudios de diseño e ingeniería, licitar y construir los proyectos en los plazos requeridos, potenciar la alianza público-privada (concesiones), crear mecanismos que aseguren la disponibilidad de recursos e implementar un marco institucional moderno para gestionar esta área.

Los beneficios de implementar esta política son evidentes. Según el ICD, hacer las inversiones necesarias para en un plazo de 10 años cerrar el déficit en infraestructura pública provocaría que en el corto plazo aumentara el PIB del país hasta alcanzar un crecimiento anual cercano a 6%, tres veces más que el crecimiento exhibido por el PIB en los últimos años. De materializarse esta meta podríamos llegar al año 2025 con un PIB per cápita del orden de los US$ 44.000.