Andrea Collado, administradora Kawsay Reciclaje: “Debemos hacer una disposición eficiente de los residuos que estamos generando y con ello tener el respaldo legal, medioambiental y social”

01 / 12 / 23
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En un contexto donde la sostenibilidad ambiental y el reciclaje cobran cada vez más importancia, Kawsay Reciclaje, con base en Antofagasta, se destaca como un actor clave en la gestión de residuos no peligrosos, tanto en el ámbito residencial como corporativo. La empresa, bajo la dirección de Andrea Collado, ha venido desarrollando e implementando estrategias innovadoras para el reciclaje de materiales diversos como vidrio, plástico, y latas de aluminio, así como hojalata y tetra pak, recientemente incorporados a su programa. Su expansión en el sector corporativo incluye la recolección de madera, metales, cartón, cerámica y papel decorativo, además de siete tipos de plásticos industriales no peligrosos, extendiendo su impacto a través de un modelo de reciclaje integral.

En entrevista con Andrea Collado, Administradora de Kawsay Reciclaje, abordamos temas cruciales como la evolución de la relación de la empresa con la industria de la construcción desde la implementación del Acuerdo de Producción Limpia (APL), los desafíos en la recolección de materiales de desecho y los cambios internos necesarios para adaptarse a los crecientes requerimientos de reciclaje. También se profundiza en el destino final de los materiales reciclados y los desafíos futuros para todos los participantes del APL, subrayando la importancia de una gestión eficiente de residuos para el respaldo legal, medioambiental y social.

¿Cómo ha evolucionado su relación con la industria de la construcción desde que comenzaron a trabajar juntos? ¿Cuál es su percepción sobre la conciencia de reciclaje de estas empresas y cómo han abordado este tema?

Hoy día nosotros trabajamos aproximadamente con 12 obras de construcción de distintas constructoras que son parte de la Cámara Chilena de la Construcción Antofagasta y algunas que no son parte de la Cámara. Desde que comenzó el desarrollo del Acuerdo de Producción Limpia (APL), hace más de un año, hasta el día de hoy, las constructoras de la Cámara se acercaron a nosotros para poder hacer la gestión.

Con algunas llevamos un poquito más de un año y la verdad es que al principio costó un poco partir porque no todas las obras tienen, por ejemplo, un encargado de medio ambiente o de reciclaje. Entonces cuesta un poco porque es más sencillo cuando hay alguien que se hace cargo de la gestión del residuo. Pero a partir del APL la información que nos han ido entregando ha sido súper clara y súper certera, entonces esto nos ha permitido organizar de mejor manera la gestión de los residuos en origen.

Hoy miro para atrás y te podría decir que claramente hay un gran avance y hay buenas mejoras. Lo más importante es que hay muchas buenas intenciones de hacerlo cada vez mejor. Ya en la última reunión que tuvimos del APL, que fue el jueves pasado, se entregó el protocolo de trabajo y eso fue muy positivo, porque nos da una pauta tanto a nosotros como a las constructoras para saber si lo que estamos haciendo hoy está en la línea de lo que se debe hacer. A futuro, hay que afinar pequeños detalles, pero en lo grueso, en lo importante de la gestión, se está haciendo muy bien en todas las construcciones.

Hace un año, ¿cuáles eran los principales desafíos que enfrentaban al recolectar los materiales de desecho de las empresas? ¿Cuál era el error más común que afectaba la eficiencia en el proceso de reciclaje entre su empresa y estas organizaciones?

Te podría decir que son dos cosas. Primero, la gestión del residuo, que quiere decir la separación de cada tipo de producto. Esto ocurría por diversas situaciones, principalmente por falta de educación de los trabajadores que, por ejemplo, no lograban entender la diferencia entre los tipos de plásticos. Lo segundo, es que como no había un parámetro, no se podía dimensionar o planificar cuántos residuos se iba a generar, entonces al principio se llenaban muchísimo los recipientes y colapsaban.

Pasado un periodo ya pudimos hacer un levantamiento de la cantidad de residuos que se estaban generando y esto disminuyó el flujo de residuos. Pudimos darle solución más rápida como, por ejemplo, aumentar la frecuencia de los retiros para evitar que deportaran los recipientes.

¿Qué es lo que más reciclan en la actualidad?

En el área domiciliaria lo que más reciclamos es vidrio y ya estamos reduciendo aproximadamente 90 toneladas de vidrio mensuales. En segundo lugar, es el cartón, donde recolectamos aproximadamente 5 toneladas de cartón mensual. Y en tercer lugar, está el plástico PET, proveniente de las botellas.

En el área de la construcción, el orden es madera, metales y finalmente el yeso. El cartón podría ocupar un cuarto lugar, pero nosotros lo tratamos como residuo domiciliario porque es más que nada un embalaje.

Desde que iniciaron su colaboración con el Acuerdo de Producción Limpia (APL) de la Construcción en Antofagasta, ¿qué ajustes internos han realizado para satisfacer de manera más eficaz los requisitos del acuerdo y adaptarse al incremento de demanda de sus servicios por parte de más empresas?

Varias cosas. Primero de todo vamos a necesitar más personal. Calculamos que dependiendo de la cantidad de horas que se sumen, una vez que se haga la capacitación del manual del APL, va aumentar la cantidad de obras que tenemos. Lo más importante es capacitar a nuestro personal, que hoy está preparado para el flujo que tenemos, pero quizás más adelante vamos a tener que reforzar las capacitaciones y por supuesto alinear toda nuestra operación en base al manual que se levantó en el APL.

Por otra parte, tal vez sea necesario aumentar la infraestructura, activos, más vehículos e incluso el espacio, que es lo más importante para poder acopiar los residuos antes de ser tratados.

¿Cuál es el destino final de todo lo que reciclan?

Eso va a depender de cada tipo de residuo, ya en el caso de la construcción, la madera se vende y se recupera un porcentaje de dinero, el cual es retornado a la construcción. La madera se recicla en un 100% y se haces diferentes cosas, principalmente de modo decorativo en los jardines, para aprovechar el recurso hídrico, evitando que el suelo se seque completamente, ya que la madera tienen la capacidad de absorber una gran cantidad de agua, que luego va liberando de a poco, entonces mantiene hidratado el suelo por un periodo más largo.

Otros residuos de la construcción como, por ejemplo, el yeso, cartón, fibrocemento o los restos de cerámicas, se hace un tratamiento que pasa por unas máquinas y luego de estos se transforma en un árido reciclado o supra reciclado. Se transforma en una materia prima reciclada por segunda vez.

¿Cuáles considera que son los principales desafíos que enfrentan todos los participantes del Acuerdo de Producción Limpia (APL) para asegurar su efectividad y fortalecimiento continuo?

Yo creo que el desafío va a ser distinto según el actor. En nuestro caso, tenemos que planificar, aumentar nuestro personal, capacitaciones o quizás infraestructura. En el caso de las empresas constructoras, yo creo que los principales desafíos es la disposición de querer hacer algo nuevo, algo voluntario y emplear el personal suficiente para poder llevar a cabo esta tarea. Se trata de todo un conjunto de medidas que deben ir orientadas a un resultado que, en este caso, es hacer la disposición correcta de los residuos.

Y por último, pero no menos importante, es estar dispuesto a hacer una inversión con respecto a la disposición correcta de los residuos, porque no tiene sentido seguir utilizando recursos económicos como, por ejemplo, lo que se hace cuando se bota la basura y se te llena una tolva de residuos mezclados que sabemos que van a ir a ser enterrados. No tiene sentido seguir gastando ese mismo dinero cuando podemos emplear esos recursos en hacer una disposición eficiente de los residuos que estamos generando y con ello tener el respaldo legal, medioambiental y social.