A RECUPERAR LAS CONFIANZAS, LA CONVIVENCIA Y LA ECONOMÍA

Gabriel Benavente, presidente CChC Valparaíso

Los chilenos y chilenas se pronunciaron y manifestaron democráticamente, en un clima de gran respeto. Y hoy debemos acatar su decisión, reconocer la alta participación -que sin dudas fortalece la democracia- y promover el diálogo y la escucha activa para enfrentar lo que viene.

Más allá de ganadores y perdedores, es hora de tomar conciencia del trance histórico en que estamos y concentrarnos en la recuperación de las confianzas, de la convivencia y de nuestra economía, que es la única manera realista de poder ofrecer el bienestar que hoy los chilenos y chilenas reclaman, y que la política no ha sido capaz de resolver.

Como hemos dicho antes, el desafío urgente es entregarle a Chile una Constitución que nos una, que todos sintamos como propia y que nos permita construir un país mejor y más justo para todos y todas.

Tenemos importantes desafíos. Los consejeros y consejeras electos ahora tienen la misión de continuar este proceso histórico, y de escribir una Constitución con un consenso amplio que represente efectivamente una “casa de todos”, haciéndose cargo de la voluntad de cambio y de mejora en su calidad de vida de los habitantes de nuestro país.

Para ello es fundamental ofrecer certezas que nos permitan poder avanzar a un desarrollo sostenible e inclusivo, con reglas claras y generando condiciones que posibiliten la inversión y la creación de buenos empleos.

Además, la nueva propuesta constitucional será una oportunidad para reposicionar principios que creemos fundamentales para una Carta Magna, como el de la colaboración, desde el convencimiento que nuestros principales problemas como país y como sociedad, no los podremos superar estando divididos, sino colaborando y trabajando unidos el sector público, los privados, las organizaciones civiles y los ciudadanos.