Cuando el interés común está primero

26 / 06 / 15
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El diagnóstico es claro: en Calama se necesita más espacio para expandirla tanto a nivel habitacional como industrial. Y pese a que vivimos en una isla rodeada de tierra, la escasez de terreno es evidente para satisfacer las postergadas necesidades que tienen los futuros propietarios que sueñan con contar con una vivienda propia por un lado y los empresarios locales por otro.

Para solucionar este último caso quizás sea necesario ampliar el sector de Puerto Seco hacia el oriente con la finalidad de incorporar lotes industriales que se encuentra fuera del radio urbano, o bien, generar polos de desarrollo contiguos o en zonas cercanas a Calama. La idea parece atractiva y lógica, sin embargo muchos de estos sectores, advierten las mismas autoridades, están sobre pertinencias mineras lo que limita por ahora su uso.

Según Sernageomin, en el país sólo un 10% de las pertenencias que se conceden son exploradas y/o explotadas, tema que felizmente fue advertido por las autoridades de gobierno y parlamentarias de turno, quienes comparten la necesidad de contar con mecanismos para la revocación de concesiones que cuenten con un mínimo de seis meses de inactividad exploratoria o de explotación, o cuando existan antecedentes de reclamación por superposición de concesiones mineras. Esto abre una interesante puerta para generar normas que permitan la reserva de esos mismos terrenos cuando exista un interés público para la ejecución de proyectos turísticos, inmobiliarios, industriales e, incluso, mineros que vayan en beneficio de toda la ciudadanía.

Otra solución sería un trato especial a través de la creación de mecanismos de incentivos para los micros, pequeños y medianos empresarios locales para que puedan desarrollar sus negocios, a través de un costo abordable o concesiones sustentables en el tiempo. El tema del agregado de valor para lograr un desarrollo sustentable de Calama es algo que también creemos debe ser parte del análisis a nivel gubernamental.

Lo mismo debiera ocurrir con terrenos destinados para el levantamiento de viviendas en sectores que el ministerio de Bienes Nacionales y el MINVU tengan a disposición. Ambos desafíos invitan también a mejorar el marco regulatorio actual para permitir todo tipo de crecimiento de la ciudad - por densificación, extensión, renovación o rehabilitación – de forma de satisfacer las necesidades y demandas de la población en el ámbito habitacional e industrial. De este modo se posibilitaría tanto la consolidación del suelo vacante al interior de la ciudad como de las zonas de la periferia. Calama y sus habitantes lo merecen.

Por: Luis Farías Muñoz, presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción Calama.