CChC promueve 40 medidas de descentralización poniendo acento en incentivos fiscales y tributarios

17 / 06 / 15

Cuando Óscar Fernández terminó su especialización médica en Traumatología decidió pasar unos meses trabajando en un hospital de la zona, aunque sabía que su estadía iba a ser acotada. Esto, no sólo porque su familia se encontraba en Santiago, sino que por las nuevas opciones laborales que se le presentaban allí. Como él son muchos los profesionales capacitados que deciden irse a los grandes centros urbanos atraídos por mejores rentas y posibilidades de crecimiento.

Esa sola acción marca una tendencia centralista que se traslapa a distintos sectores productivos, administrativos y gubernamentales, por ello es que se han impulsado instancias que ideen nuevas alternativas de poder para las regiones, generando atributos significativos para propender a un progreso más equilibrado. Al respecto, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) ha venido trabajando hace años en iniciativas que consideren ciertas características en esa línea.

De allí nació el documento “Propuestas para un Chile descentralizado 2030”, que propone un país más desarrollado en lo económico, social y territorial. El texto de 142 páginas tiene como principales características generar incentivos fiscales y tributarios para contar con capital humano y unidades productivas locales.

El presidente de CChC La Serena, Freddy Bermúdez, resaltó los resultados del estudio, ya que tomó en consideración la percepción local. “Estas propuestas recogieron el sentir de las regiones, lo que les da fortaleza y las valida, ya que nosotros vemos a diario lo difícil es que es hacer gestión si los recursos, las decisiones y los talentos se concentran en Santiago”, precisó el dirigente.

LAS PROPUESTAS
La CChC dispuso de cinco ítems para generar un cambio: Fortalecimiento de Capacidades y Competencias Territoriales; Descentralización Regional; Descentralización Fiscal; Descentralización Política y Participación Ciudadana.

La primera tiene que ver con fortalecer el recurso humano, incentivando la retención del talento profesional y bonificar la mano de obra calificada. Asimismo, se busca aumentar la calidad de vida laboral; generar beneficios tributarios para que se instalen empresas con casa matriz en regiones; protección de activos ambientales; uso eficiente de la energía y el recurso hídrico; promoción de inversiones en obras públicas que fortalezcan a las zonas y concesiones a privados para que incorporen capitales regionales.

La Descentralización Regional se reduce a transferir competencias de planificación financiera a los Gobiernos Regionales; creación de servicios públicos regionales; incorporación de variables de índole local y promover una política regional de concesiones. La Descentralización Fiscal apunta a crear fondos de inversión que robustezca el territorio; identificar factores de desarrollo; propiciar una cartera de proyectos y contar con un presupuesto regional propio.

“Lo importante es que la autoridad nos escuche y nos considere para no quedarnos sólo en el texto. Debemos poner manos a la obra para empezar a construir estos desafíos que mejorarán la calidad de vida de la ciudadanía”, manifestó Freddy Bermúdez.

En cuanto a la Descentralización Política, se espera que haya elecciones locales y cuyos representantes tengan identificación con la comunidad; así como dar autonomía al Gobierno Regional. De la Participación Ciudadana se espera liderazgos locales, creación de organizaciones y representantes válidos.

“Lo ideal es que la autoridad política regional sea validada por la comunidad y dé las pautas de cómo desarrollar la región y las ciudades. Esa autoridad tendrá la visión para proyectar el futuro con una mirada de largo plazo”, finalizó Bermúdez.